La Casa de Adobe fue de absoluta importancia para la Revolución Mexicana. Funcionó como despacho de Francisco I. Madero durante su gobierno provisional. Fue construida en 1911 en el Rancho Flores, hoy Rancho Anapra, justo en la confluencia de los estados de Chihuahua, Texas y Nuevo México, cuando el movimiento maderista buscaba un lugar estratégico, cercano a la frontera, que permitiera almacenar armas y facilitar una eventual retirada hacia Estados Unidos.


Se sabe que Francisco I. Madero dormía en El Paso, Texas, donde vivía con su familia, y que la Casa de Adobe funcionaba como su oficina diurna. Incluso contaba con línea telefónica, algo muy moderno para la época, lo que le permitía estar en comunicación constante con sus generales y con personal del gobierno estadounidense. De hecho, fue la propia Bell Company quien proporcionó dicha línea telefónica. Existen fotografías en las que se puede observar el poste de esa compañía afuera de la Casa de Adobe.

Desde esta misma casa se materializó la Toma de Juárez, en mayo de 1911. Entre sus paredes convivieron muchos personajes históricos, como Francisco Villa, Pascual Orozco, Giuseppe Garibaldi y el propio Venustiano Carranza, quien posteriormente también ocuparía la silla presidencial.

Periodistas estadounidenses, que acudían en decenas a entrevistar a Francisco I. Madero en la Casa de Adobe, la bautizaron como Grey House (Casa Gris), en contraste con la White House (Casa Blanca), reconociendo, de alguna forma, a este austero lugar como Palacio Nacional durante los primeros días del movimiento.




Posteriormente, el gobierno provisional se trasladó al edificio de la antigua aduana, donde el 21 de mayo de 1911 se firmaron los Tratados de Ciudad Juárez, lo que provocó la renuncia de Porfirio Díaz cinco días después. Este hecho convirtió a Ciudad Juárez en sede temporal del gobierno mexicano por segunda vez. En 1914, lo sería por tercera ocasión, con el gobierno revolucionario encabezado por el mencionado Venustiano Carranza.

La Casa de Adobe fue reconstruida y habilitada como museo en 2011, durante la gestión de Héctor Murguía Lardizábal, con motivo del centenario de la Toma de Ciudad Juárez. Cuenta con habitaciones como el dormitorio donde Madero y su esposa pernoctaron en algunas ocasiones, el despacho de los caudillos donde se discutían estrategias, una cocina con enseres de la época, un teléfono de Bell Company, billetes, cartas, documentos, recortes de periódicos y fotografías de aquellos años. Muchos de estos objetos históricos han sido donados por visitantes e historiadores de la frontera.

Se encuentra ubicada en la calle Canutillo, en la colonia Ladrillera de Juárez, número 32108, y opera de martes a domingo, de 10 de la mañana a 3 de la tarde. La entrada es gratuita.


