• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer
Poetripiados

Poetripiados

LETRAS Y MÚSICA PARA VOLAR

  • La Carpa
  • Poder
  • Paradiso
  • Videos
  • Por la libre
  • Ruido Azul
  • Pensar
  • Brevísimo
  • Mi vecina y yo
  • Boletín

Honorable asincronía operativa

Por un lado, y tal vez por la herencia que nos dejó Safo hace 2,600 años, una de las tendencias más presentes e intensas de la poesía femenina ha sido la del discurso fragmentario, hilvanando significaciones de manera discontinua, particularidades (de “partícula”) en conexiones diversificadas, intercalándose con irrupciones y rupturas. Por otro lado, una tendencia […]

Sobre el poemario "El honor de no poder hacerlo todo al mismo tiempo" de Ángeles Dimas

Por Valdemar Ayala Gándara / 10 de mayo de 2025

Por un lado, y tal vez por la herencia que nos dejó Safo hace 2,600 años, una de las tendencias más presentes e intensas de la poesía femenina ha sido la del discurso fragmentario, hilvanando significaciones de manera discontinua, particularidades (de “partícula”) en conexiones diversificadas, intercalándose con irrupciones y rupturas.

Por otro lado, una tendencia de la poesía como medio de conocimiento, es la del discurso especulativo que parte de la interpretación de temas y datos provenientes de las ciencias “exactas”, recuperándolos de otra manera al afirmar sus posibilidades metafóricas.

En el poemario El honor de no poder hacerlo todo al mismo tiempo de Ángeles Dimas, ambas tendencias se unen, junto con la del discurso clínico, propiamente dicho, y la de la concientización del cuerpo, propuesta a la par de la corporización de lo mental, lo emocional y lo socio–cultural.

Pido que pongamos atención al título: nuestra autora no afirma que sea un honor no “hacerlo todo al mismo tiempo”, sino que el honor radica en el “no poder hacerlo”, es decir, en una imposibilidad, en una falta de alcance, incluso en una incapacidad, y ello muestra en dosis mesurada la enjundia de una renuncia, de un reconocimiento de las propias limitaciones, esgrimiendo el orgullo de saberse limitada, lo cual me emociona y me conmueve, especialmente porque nuestra autora vive de darse y repartirse como profesionista de la medicina, esa actividad de entrega siempre al límite y, parafraseando a Rilke cuando se refirió a la maternidad, “esa servidumbre humilde”; así es la vida entregada al servicio médico.

Los alcances de tal profesión nos dieron muestras dramáticas de sus acotadas capacidades justo hace cinco años, en época de la pandemia, y aunque no puedo afirmarlo, creo que el título que Ángeles eligió para su libro pudiera reservar algo de esa dura experiencia, y que en el mismo tal vez quedan formuladas las limitaciones humanas de todo tipo, y reconocidas de una manera “homeopática”, en la pequeña dosis de la afirmación del “no poder hacerlo” mencionado, y que, sin embargo, va cobrando fuerza y eficacia a través de las páginas, luego de plasmar tal afirmación de manera sutil dentro del título, adquiriendo calado profundo, lo reitero, a lo largo de todo el poemario editado en la colección Letras del Desierto, primera serie, por el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo en 2024.

La pertinencia de este libro de poemas puedo resumirla en un párrafo argumentativo que integre el título como enunciado inicial: El honor de no poder hacerlo todo al mismo tiempo adquiere especial valor en un mundo en el que infinidad de cosas, en cambio, suceden vertiginosas y simultáneamente, desapareciendo miles y surgiendo otras tantas a la vez; así, dada la precariedad derivada de las implicaciones de lo anterior, hacer el intento de reflejar lo que nace y lo que muere, lo que surge y lo que se borra, y lo que impulsa sin descanso tanta transformación, se convierte en una labor de urgencia, y de trascendencia como tema de creación artístico–literaria y de significación cultural. 

Por todo lo anterior, el libro de Ángeles publicado más recientemente articula una discursividad frágil (y, por ello, robusta), que trata acerca de la incertidumbre como estado permanente de la conciencia en primera persona durante la etapa de la posmodernidad o, incluso, de la posthistoria, en especial en lo referente al constructo del individuo como entidad multiforme, a partir de las implicaciones relativistas derivadas de varios desarrollos científicos en campos distintos. Así, entre los referentes de esta obra y esta poética desarrollada por la autora, están lo parcial y lo partido, las ligaduras orgánicas e inorgánicas, las posibilidades cuánticas de la realidad que se afronta cotidianamente, el calado emocional que demandan las simultaneidades que requerimos atender (con honor o sin él, pudiendo o no pudiendo hacer ni deshacer todo al mismo tiempo, y muchas veces, incluso, ni siquiera si tratamos de hacer “en orden” una cosa y luego otra).

Nuestra poeta afronta estos temas críticos y los hilvana, creando espirales de ADN simbólico que requieren especial atención y entrega lectora, es decir, tiempo de calidad interpretativa. Doy aquí una noticia mercadotécnicamente incorrecta pero literariamente válida: leer, sentir e interpretar a fondo El honor de no poder hacerlo todo al mismo tiempo son procesos de consumo cultural de esta obra que no se pueden hacer al mismo tiempo en que se trate de hacer cosas “prácticas” o que requieran solución urgente. No es el tipo de libro para llevar al supermercado e ir avanzando mientras se recorren los pasillos de frutas y de salchichonería (para eso, y poco más, ya existen los libros de autoayuda); tampoco es adecuado para tenerlo a vistas mientras el mecánico realiza una reparación estando nosotros a un lado del cofre, y de ninguna manera es recomendable de seguir cuando están los comerciales en el canal de películas clásicas que sintonizamos un domingo por la tarde para cumplir alguna cita con la nostalgia…

No, el presente poemario es un libro de complejidad discursiva, y ello lo hace acorde a sus ambiciones y alcances: referirse a la aleatoriedad de lo real y sus innumerables capas, testimoniar operaciones de la conciencia y de la interpretación de los estímulos externos e internos, fijar instantáneas de lo simultáneo como lo hace una luz estroboscópica congelando en el nervio óptico una imagen memorable que ha dejado de existir centésimas de segundo antes. Y todo lo anterior se va tejiendo en los versos y estrofas que forman un continuo discontinuo, como un álbum y rompecabezas en el que todas las estampas o piezas fueran grises en distintas variaciones tonales, a manera de apelmazadas unidades representando, de forma sugerente, vivencias que afectan a quien experimentó en primera persona todo lo referido, pero que no dejan libres de afectación a quienes revivimos tales episodios en la etapa posterior de la lectura, ésta también en primera persona, con todo lo que ello implica: conexión emocional con vivencias propias; aplicación de un capital simbólico heredado del grupo, el género, la clase y los campos culturales a los cuales se ha pertenecido; construcción de analogías que vinculen estos textos entre sí y con otros antes conocidos, etcétera.

Para cumplir la cita de la recepción literaria, y completar la Gestalt simbólica del contenido y su forma, las, los y les lectorxs somos convocados por Ángeles a un ejercicio de coparticipación hermenéutica (es decir, de interpretación), gramatical (es decir, de lo que hace a un texto algo articulado) y sintáctica (es decir, de ordenación para entender). A lo largo de este poemario —y esta es una de sus apuestas más interesantes— requerimos tener movilidad activa y disposición para percibir los trastocamientos de las maneras comunes y utilitarias que caracterizan los procesos verbales en la cotidianidad, dejando a un lado tal tipo de oraciones “de costumbre”, para interactuar con estos versos que funcionan —en gran parte de los casos— de una forma por completo distinta, ya que han sido construidos a partir de la conciencia estética y poética que asume riesgos voluntariamente, por lo cual, en los mejores y constantes resultados, es posible identificar y valorar peculiares y atractivas soluciones en la composición y sonoridad de los versos, lo que nos permite distinguir su riqueza conceptual y su propuesta musical.

Así y sólo así, completando como público lector lo fragmentario del discurso poderosamente frágil de la autora, que está vinculado a esas dos tendencias de una doble tradición que mencioné al inicio de mi texto, es como podemos participar activamente del cumplimiento comunicativo que propone la perspectiva poética de Ángeles Dimas; con humilde paciencia y disposición empática, en tanto receptorxs, debemos poner de nosotrxs lo necesario para realizar una lectura atenta, ésa que piden los poemas para lograrse como construcciones textuales creadas con sentido estético y entrega intelectual y emotiva, que mantienen tales virtudes incluso al ser elaboraciones inmersas dentro del contexto de permanente discontinuidad que ahora es la “realidad”, un conglomerado de rupturas del sentido y sin sentido, de abismos instantáneos que suelen ser más amenazantes de lo que aparentan… o no… o tal vez… o simplemente todo lo contrario… Las crisis celulares que devienen padecimientos, las conductas de los cuerpos celestes fuera de sí y los cataclismos del corazón en busca de alguien que nos mire de verdad, parecen ser facetas de una misma y plenipotenciaria tendencia, de una lógica carente de lógica pero no de causas y efectos, todo dentro de un sistema cuyas crisis no son varias ni cíclicas sino una sola y permanente, tengamos o no la capacidad de percibirla, registrarla y aceptarla, pues ello requiere de una disciplina semejante a la que se necesita cuando observamos el mar en una hora de oleaje calmo, como si dentro de él no se llevaran a cabo en ese momento innumerables episodios de cacería instintiva, de depredación alimenticia y muerte de manera por completo natural.

Con honor y aceptación ante el infinito de cosas que nadie puede controlar y mucho menos hacer al mismo tiempo, me siento hermanado, más que antes incluso, con Ángeles, y ahora es tiempo de compartirles algunos de los poemas que prefiero de su libro, uno tras otro, en lugar de colocarlos todos juntos al mismo tiempo, porque creo que, de hacerlo así, quedaría un empaste o textura ilegible, más que una solución de poesía visual en plena forma:

SELECCIÓN DE POEMAS

֍

no hay mucho por decir
las imágenes del día a día son siempre las mismas
un rostro en el espejo
el cabello quebradizo
el agua deslizándose sobre la lengua
agotándose la sed
nuestro lenguaje
un poco de mi voz y voluntad
un poco de mi tristeza
un poco de mí
tú
la piel que te envuelve
el medio ambiente
los humos
relámpagos y atrocidades aconteciendo siempre
luego el deseo de tocar la singularidad de tus nervios
repartidos todos en cada palmo de tu estructura
te quisiera impecable

me quisiera impecable
te comparto esto de decir lo que somos
para que lo sepas cuando necesites tranquilidad
el polvo siempre descansa sobre las cortinas
así esta forma de ocultarnos de otros
de una realidad que nos abruma
no es del todo pulcra
pero la fricción de las partículas
sobrepoblando la casa
nuestro suelo
esta forma microscópica de adherir
la composición del mundo a nuestra piel
es un asalto muy curioso
la naturaleza revolucionándose
revuelca células y principios de masa atómica
entre la rugosidad dactilar de nuestras huellas
tocas a través de mí
algo de otro sitio

así el otoño y verano
nuestras estaciones migran navegando entre nosotros

֍

otros días son
como un pesado y distendido pozo
lágrimas cayendo
las necesidades de uno
las voces
la fruta en el paladar del otro
el cigarro que compartimos
un suspiro
el paseo con nuestros perros
el habla incómoda o las ganas de estar solo
a veces
la música
los juegos
a veces mi manera de vivir es un tropiezo
el clima envejece nuestra cara
veo cada día su andar sobre la tuya
la mía tiene pequeñas islas marchitas
pestañas caídas
labios resecos
intento que la porosidad no absorba tristezas
pero a diario una lágrima
esa incompletitud y la incapacidad de funcionar
luego analista miras
un poco más tarde la influencia del sol
las cosas también cicatrizan

֍

el golpeteo de unas piedras
cayendo en el agua
un predominante color negro
un viento suspendido
habrá de desplegarse ante mí
basta pensar que todo está perdonado
porque todo está permitido
tener una voz que nadie escucha
se vuelve un arma inagotable
una tristeza que sobrevive

֍

cuando la fuerza de aceleración que rodea al objeto
es insoportable
nace un corpúsculo agujero
se extiende una mano
se aproxima la tragedia
víctimas de su atracción
miles de neuronales soles
sea cual sea el punto de vista
el eco de un mal andar
es el vértigo
una herida de entramados y plateados vértices
con el porvenir
entreteje con hilazas
esplácnicos nidos
una sonrisa fracturada
sin la suave apertura de una boca
en este sueño
las hojas desnudándose del árbol
son en conjunto tropiezos
de su altura
si nunca cayeran
¿sería un distintivo signo de la permanencia?

֍

aspirar lo digital es sonido
una sílaba resonando todo el tiempo
un recorte vocálico
un grito
una pausa numérica
el altavoz del celular
tu voz llamando
pequeñas letras integrándose
mi nombre por tu nombre
una reliquia en la sonoridad de lo que escucho
la ambición de saber que me pronuncias
una bala perdida
pienso a veces en aquellos días donde
todo era eso
hablar de balas perdidas
comer pastel
volver a la calle
esquivar el disparo
hablar era como cuantificar la pesadumbre
excusas miles y un poquito de todo
en resumen las cosas eran entonces lo que ahora no
y todo era un poco de ti
un poco de mí
el nuevo corte de cabello
la música
el análisis de las canciones
todo resumido a una cita
pero una bala perdida es mucho más que eso
pienso en el fondo de un apartamento
dos cuartos
agua tibia
un minúsculo balcón
pienso en mi vestido negro
las muchas figuritas de origami
el pez de plata navegando
entre mi cuello y pecho
pero aun así una bala perdida no es eso
guardo un libro de animales
de poemas repleto
de bosques repleto
de bestias y monstruosas búsquedas
de víctimas
repleto de incomodidades
para que cuando no hay mucho por decir
una bala perdida sea
un toque sobre la mano
un beso
una camiseta
o cualquier cosa escrita en una servilleta
así el caos
la tinta
la sonoridad del disparo
una vez más
una bala perdida
tu mensaje y de vez en cuando fábulas
hay un dolor en mi boca
que se parece mucho a la palabra
hay un silencio en mi carne
que arde y purifica
hay un llanto
una puerta
una balada
la sensación de ser la culpa
a veces poco más que eso
hay escalofríos y tacto
páginas
ruido y las ganas
en su mayoría constantes de dormir
hay un poco de hastío
el vientre arremolinándose en sí mismo
hay un cuentagotas
para la incapacidad de estar
hay una serenidad que falta
que extraña vestir de azul
hay un lazo perdido
una calle minada
hacia ti
hay en el dibujo un poco
de angustia
de sed
hay de todo lo que falta
un poco para huir

Primary Sidebar

Leer + te hace - güey…

Martha Urquidi: Hay valentía en seguir haciendo teatro a pesar de todo.

Entre blues y protesta, Kristos construye universos sonoros

Juárez se cocina este fin: alertan por calorón extremo

Baja impuesto a remesas; Sheinbaum y Trump dialogan

Footer

| SÍGUENOS EN REDES SOCIALES |

Directorio | Contactanos | Aviso de Privacidad

Copyright © 2025 · Poetripiados.com