Francisco Muñoz Soler es un poeta español nacido en Málaga, el 24 de diciembre de 1957. Cuenta con una amplia obra publicada en países como España, Portugal, Italia, México, Suecia, Estados Unidos, India, Cuba, Turquía, Perú, El Salvador, Venezuela, Honduras, Guatemala, Brasil y Egipto. Ha sido traducido al inglés, sueco, francés, chino, portugués, portugués brasileño, italiano, ruso, turco, árabe, griego, rumano, macedonio, uzbeko, búlgaro, asamés, bengalí, indonesio y vietnamita.
En 2025 participó en la Feria Internacional del Libro del Cairo (Egipto); Thinker’s and Writer´s Peace Meet (India); Festival Internacional Yapanchitra (India); KFLC Poetry, Universidad de Kentucky (USA), y en el Bilingual Poetry Night, Universidad de Ohio (USA). Es organizador del Ciclo Poético Plenilunio en Málaga.
En entrevista con Poetripiados, el poeta concibe la poesía como una búsqueda del límite del lenguaje y una forma de nombrar el mundo con compasión y lucidez. Defiende su valor social, asume con naturalidad la traducción y la autopublicación, y afirma el compromiso del poeta como testigo de su tiempo, nutrido por la lectura y la vida.
A continuación, te presentamos la entrevista completa.
-¿Qué es la poesía?
La pregunta es tan compleja y abierta, tiene tantas definiciones, que contesto con mi poema Poética: “En la ambivalencia de buscar con arrojo el límite del lenguaje, un canto de celebración de vida que converja en la fricción misma de lo inefable, y en ese espacio encontrar refugio en lo efímero, en la fragilidad que nos da sentido”.
-¿Cómo definirías el eje central que atraviesa tu poesía, desde Prehistoria poética (1996) hasta tu libro más reciente, Signo y presencia (2025)?
Creo que el eje central de mi poética, desde mi primer poema, en el aspecto conceptual, se ha ido fortaleciendo con mi experiencia vital y enriqueciendo con el aprendizaje constante. Considero que, como poeta, tengo una voz propia, reconocible en toda mi obra. Una poética de claridad expresiva, con profundidad moral, que busca nombrar el mundo con compasión y lucidez.
–Has sido traducido a diecinueve idiomas, incluyendo lenguas como el bengalí, el asamés, el kazajo y el uzbeko. ¿Cómo vive el poeta ese proceso de verse traducido a lenguas tan distantes del español?
Con naturalidad. Creo que mi poética llega a personas de cualquier parte del mundo y he tenido la fortuna de que sea traducida por muy buenos/as traductores/as. Es gratificante que, hoy en día, mi poética haya sido publicada en diecisiete países.
-¿A qué atribuyes que no se lea tanta poesía, ni en España ni en América Latina, y qué podría cambiar esa situación?
La poesía, desde siempre, se ha leído poco. Ahora tengo la impresión de que, debido a las redes sociales y, sobre todo, a las revistas digitales, la poesía se lee más que nunca. Siempre será un género minoritario en cuanto a lectores, pero con un valor social trascendental para el devenir de las sociedades, por su capacidad para llegar a lo íntimo de las personas.
-En la era digital, ¿cómo ves el papel de las editoriales tradicionales frente a las posibilidades de autopublicación?
Las editoriales tradicionales se han ido transformando. Sin ser un experto en ese campo, he visto cómo grandes grupos editoriales han ido absorbiendo a muchas editoriales tradicionales, conformando grandes conglomerados a nivel mundial. Estos grupos siguen teniendo los sellos más influyentes y, a la vez, están copando a las pequeñas, dedicadas a la autoedición, porque el negocio es el negocio. En el caso de la poesía, en los últimos años, las pequeñas editoriales independientes están aportando aire fresco a la poesía.
Considero que no hay que estigmatizar la autopublicación. Nos sorprenderíamos si ahondamos en cuántos grandes poetas de la historia empezaron autopublicándose. Eso no tiene ninguna relevancia para mí; lo importante es el valor de la poesía.
-¿Consideras que los premios literarios de habla hispana cumplen con su función de visibilizar la buena poesía?
Los premios literarios, en cualquier lengua, siempre han tenido una doble función: hacer negocio y visibilizar poetas. Normalmente es buena poesía, aunque no siempre la mejor.
-¿Cómo entiendes la relación entre poesía y compromiso político y social?
El poeta debe estar comprometido socialmente. No tiene que ser necesariamente un militante político, pero tiene que ser testigo de su tiempo.
Desde el punto de vista poético y social, hay poetas con diferentes perfiles, pero entre todos se complementa la realidad de la relación entre la poesía y el compromiso.
-¿Cómo es un día ordinario en tu vida y tu proceso creativo?
Mis días ordinarios son muy variados y tienen muchas facetas; la primera y la más influyente es leer, leer y leer, que es lo que más me induce a escribir.
Dependiendo de las circunstancias, puedo dedicar mucho tiempo a la relación con los traductores. Hoy se ha publicado mi antología en indonesio; en unos días, en hindi, y en un mes, en italiano. Eso conlleva muchas consultas con las traductoras; las tres son mujeres.
La relación con las editoriales y la organización de viajes. Este año he viajado a Egipto, India, Estados Unidos y Perú, además de diez ciudades de España para presentar mis libros.
El próximo viajaré, como mínimo, a India, Italia e Indonesia, y seguiré con las presentaciones en España. Eso requiere mucho tiempo.
En definitiva, mi impulso creativo nace de las lecturas y la observación de la vida, que plasmo en un papel.
-¿Quiénes son los autores que marcaron tu trayectoria y a quiénes lees actualmente?
He leído y sigo leyendo mucho, pero destacaría, por su impacto inicial cuando era joven, a los que más han influido a mi generación en España: Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Luis Cernuda y, por extensión, a la Generación del 27. A los clásicos de la Edad de Oro del siglo XVI. También a Charles Baudelaire. Después, poetas de todo el mundo. De Hispanoamérica destacaría a César Vallejo.
En estos últimos tiempos he leído a muchos y seguiré leyendo a tantos que no deseo nombrar a unos pocos.
-¿Qué planes tienes a futuro? ¿Trabajas en algún proyecto en especial?
En estos momentos tengo abiertos varios frentes. Ya he nombrado los viajes para presentar mis libros. Futuras publicaciones en otras lenguas que faltan por concretar.
Tengo un libro terminado por publicar, que ojalá tenga la confianza de una buena editorial. Y estoy escribiendo dos libros distintos en paralelo; creo que ambos me llevarán un par de años para terminarlos, porque tengo otros dos que requieren investigación: son poemas dedicados a poetas hispanoamericanos, a su vida y obra, nacidos entre 1900 y 1950. Los inicié en 2017 y he escrito 112 poemas. Como son poetas de todo el continente, quiero llegar a 270 poetas, por lo que tardaré años en terminar.
El año pasado también hice lo mismo, pero con poetas de España. Llevo veintitrés poemas y creo que llegaré a unos 60 o 70, por lo que también es un proyecto de años.
Y, afortunadamente, personas como tú se interesan en mi obra poética y me requieren para entrevistarme, razón que agradezco. Gracias.
Sus libros más recientes son: Málaga, Editorial La Strada, Perú (español/inglés), 2025. Signo y presencia, Liberman Editorial, Jaén, 2025. Antología Poética (1978-2023), ISISAR Editorial, Bengala, 2025. Elocuencia de silencios, Ventura Editora, Brasil, 2024. Antologi (1978-2023) (sueco), Al Faro Ediciones, Suecia, 2024.

