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El tren aletargó su paso

Dos poemas que emanan de motores incendiados y de los faros de niebla

Por Verónica G. Arredondo / 8 de noviembre de 2021

CBD

ft. Vicentico

Murmurábamos
sabíamos que había alguien detrás de las paredes
respirando
no cesaba de escucharse arrastrar los muebles
martilleo continuo
quiebre de platos en el piso

alguien tosía al otro lado

un teléfono sonaba al menos dos veces al día
notificaciones del whats incesantes
tos nerviosa por haber tragado saliva
con un dejo de aire
pulmones hinchados
brote de lotos en primavera
floración atragantada de lluvia
tos enervante
esa que parecía durar semanas meses
notificaciones vibrando en modo silencio

no descorrían la cortina metálica en los establecimientos
incendiaron algunos para cobrar el seguro
aplazamiento a la nueva orden del día
spam de clasificados de Se renta
alumnos esperando calificaciones
uso quirúrgico en los productos de limpieza
en el área común al sol
cubrebocas del tendedero colgando
fondo con símbolos de planta medicina
repetición en mosaico
hierba acerada de cinco picos hojas
–germina en tres semanas–

combustión
máquina de vapor
el tren aletargó su paso
corre ve y dile
corre veloz a la distancia
corre (siempre) a la derecha
rézale y canta

Santa María de los Buenos Aires
si todo estuviera mejor

córrele brujo o demonio

escóndete

TOLUENO

Camino al borde entre lo que vive y muere
sostengo en mi mano derecha una varita mágica
con la izquierda equilibro mis alas al viento
nadie más puede verlas
señalo al fondo la cerca guiando mi mano
las olas del mar encallan en el pavimento
una serie de balsas frente a mí
cada cual lleva su nombre
como trajineras rebosando la flor del difunto
y el corazón la ofrenda

en el mar hay pequeñas luces
este cielo papel picado
donde el canto de la sirena opaca el sonido del claxon
ráfaga a velocidad
motores incendiados
faros de niebla los ojos de mi madre
cada día
todos los días

Verónica G. Arredondo (Irapuato, Guanajuato, México, 1984) Escritora y poeta. Es doctorante en Artes por la Universidad de Guanajuato. Autora de los libros de poesía Damas Errantes (2019), Ese cuerpo no soy (2015), Verde fuego de espíritus (2014); del ensayo Voracidad, grito y belleza animal (2015). Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en Jóvenes Creadores en poesía, 2017-2018. Beneficiaria del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico en Zacatecas (PECDAZ) en Creadores con Trayectoria en 2019.

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