• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer
Poetripiados

Poetripiados

LETRAS Y MÚSICA PARA VOLAR

  • La Carpa
  • Poder
  • Paradiso
  • Videos
  • Por la libre
  • Ruido Azul
  • Pensar
  • Brevísimo
  • Mi vecina y yo
  • Boletín

Deep Limbic System: Una historia sonora que trasciende fronteras

En el árido corazón de la frontera, donde Ciudad Juárez y El Paso se saludan cada día a través del polvo y la historia compartida, nació una de las propuestas musicales más singulares y sofisticadas del rock progresivo contemporáneo: Deep Limbic System. Esta agrupación, fundada en 2012 por Sergio Sunga y Efraín Faire, emergió como […]

La banda nacida en Juárez-El Paso y rock progresivo de otro nivel

Por Rock Laurence / 10 de junio de 2025

En el árido corazón de la frontera, donde Ciudad Juárez y El Paso se saludan cada día a través del polvo y la historia compartida, nació una de las propuestas musicales más singulares y sofisticadas del rock progresivo contemporáneo: Deep Limbic System. Esta agrupación, fundada en 2012 por Sergio Sunga y Efraín Faire, emergió como un proyecto que trasciende muros y géneros, inspirado por la intensidad emocional que se cuece entre dos culturas, dos lenguas y una misma sangre sonora.

No es casual que su nombre evoque al sistema límbico profundo, esa región del cerebro encargada de procesar las emociones más intensas. La música de DLS funciona como un espejo sonoro de ese proceso cerebral: una alquimia que transforma pulsiones internas en estructuras melódicas complejas, en atmósferas que abrazan, conmueven y perturban con la misma delicadeza con la que se recuerda un sueño.

La formación inicial pronto se expandió con músicos de gran sensibilidad y visión, como Antonio Alva, José Armengol y Carlos Bárcenas, y en 2014, con la inclusión de Ángel Daniel, lanzaron su EP debut The Embryo, una obra que marcó un antes y un después para la escena progresiva del norte de México y el sur de Texas. El disco no solo fue recibido con entusiasmo por la crítica especializada en Europa y Estados Unidos, sino que además abrió las puertas a su alianza con el sello mexicano Azafrán Media, especializado en música experimental.

La banda cuenta con intervenciones del saxofonista juarense Beto Valtierra, lo que vuelve a su música alucinante, elegante y con mucha fuerza emocional.

Lo que distingue a DLS no es únicamente su virtuosismo técnico —que lo tienen de sobra—, sino su capacidad para traducir emociones complejas en estructuras sonoras envolventes. The Embryo no es una colección de canciones, en realidad se trata de una travesía emocional que parte de lo íntimo hacia lo universal. Desde el arrullo del saxofón en “Amniotic” hasta la melancolía con sabor latino de “Owls”, la banda teje paisajes sonoros que apelan a la introspección y la contemplación.

En temas como “Dysania” y “Orison”, las guitarras emergen como voces narrativas que dialogan con teclados, saxofones y baterías en una danza precisa y elegante. La música está tan bien construida que se desarrolla con la naturalidad de una conversación entre amigos de toda la vida: todo fluye, todo conecta, nada sobra. La riqueza compositiva se manifiesta también en la manera en que la banda juega con texturas, silencios, densidades armónicas y efectos electrónicos que decoran sin saturar.

Sin embargo, sería un error encasillar a DLS únicamente dentro del rock progresivo. En su ADN musical conviven también el metal, el jazz, la música latina y una fuerte pulsión experimental. Katharsi (2024), su más reciente producción, consolida esa diversidad estilística con una madurez impresionante. Influencias que van desde Dream Theater hasta Pink Floyd, pasando por King Diamond y los clásicos pasajes de órgano de Deep Purple, y otros grupos, se mezclan sin perder el hilo de identidad propio.

Cada pieza de Katharsi es un universo emocional autónomo, una pequeña obra de arte que se pliega sobre sí misma para revelar nuevas capas con cada escucha. La banda no teme explorar zonas oscuras del alma, pero tampoco se regodea en el dramatismo: hay contención, elegancia y una suerte de esperanza subterránea que late en cada acorde.

Si el disco se escucha con atención, sabrás porqué escribimos esta reseña sobre la banda. Tienes que divagar con la canción The Chaotic Frenzy of the Mind. Simplemente es genial.

Lo fascinante de DLS es que su sonido solo puede surgir de una frontera. No solo una frontera geográfica, sino simbólica. Su música es el resultado de un cruce constante: entre culturas, géneros, estados anímicos. Es el eco de dos ciudades hermanas, Ciudad Juárez y El Paso, que han parido a lo largo de su historia proyectos musicales notables, y que hoy ven en Deep Limbic System a uno de sus más refinados exponentes.

En un mundo donde la velocidad suele devorar la profundidad, DLS nos recuerda la importancia de detenerse a sentir. A escuchar con atención. A entregarse por completo a una experiencia sonora que no pretende ser masiva, sino significativa. Su propuesta no es solo para los amantes del prog; es para cualquiera que haya sentido alguna vez que una canción podía contener todo lo que no sabemos decir con palabras.

Porque al final, como sugiere su nombre, Deep Limbic System no toca solo con instrumentos: toca con el corazón del cerebro. Con ese rincón donde las emociones nacen y se hacen música. Y desde ahí, nos conecta, a ambos lados del río, en una misma frecuencia emocional.

Primary Sidebar

Leer + te hace - güey…

De valses a beatmakers: Juárez baila su historia a contratiempo

Cultura y danza folclórica se reúnen en el CMA

¿Lo hueles? Es humo de Nuevo México en Juárez

La guitarrista que vivió y murió como Jimi Hendrix

Footer

| SÍGUENOS EN REDES SOCIALES |

Directorio | Contactanos | Aviso de Privacidad

Copyright © 2025 · Poetripiados.com