La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, descartó categóricamente cualquier incremento en la presencia de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en territorio nacional y aseguró que su gobierno no permitirá una intervención mayor de esta agencia estadounidense.
“No, imagínense que hubiera yo pedido más presencia de la DEA en nuestro país”, respondió en la conferencia matutina, al ser cuestionada sobre su reciente conversación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Enfatizó que la prioridad de su administración es fortalecer la coordinación con el gobierno estadounidense, pero sin comprometer la soberanía nacional.
Sheinbaum explicó que, tras la llamada con Trump, el canciller Juan Ramón de la Fuente ya estableció comunicación con el secretario de Estado, Marco Rubio, para definir mecanismos de cooperación en materia de seguridad, siempre bajo el respeto mutuo entre ambos países.
Desde su establecimiento en México en la década de los setenta, la DEA ha sido objeto de críticas por su injerencia en asuntos de seguridad, lo que ha generado tensiones diplomáticas. Actualmente, mantiene presencia en al menos diez ciudades del país, con cerca de 50 agentes acreditados. Sin embargo, la supervisión sobre sus actividades ha sido históricamente deficiente, lo que ha despertado cuestionamientos sobre la soberanía nacional.
Sheinbaum reiteró que la seguridad en México es responsabilidad de su gobierno y que cualquier cooperación con Estados Unidos se realizará bajo términos claros de respeto a las instituciones mexicanas.