Mares eternos
Sube
las aguas ocuparon el universo entero
[Es decir,
entre el Callao y Villa María del Triunfo]
Sube
Barranco fosforece
como una luminosa fonda
Sube, sube
Restos de naufragios
campean entre restos de buses
y aeronaves
Sube, te ofrezco mi desdén
Como un ómnibus de plata
alejándose de tu paradero
La soledad de este barrio es mía
astronauta lector
Sube
El pasamanos exterior
espera la mano que no extendiste
para tomar esos manuales
con pentagramas premiados
en concursos nacionales de poesía
sino aquella
a la deriva
tras perder balance fuera de la nave
sorteando curiosos contextos
Sube, te prometo el aire
No te engaño
te ofrezco el quiasmo
el oximorón
la contradicción
como semillas chispeando en esa salinidad
Como Lucy en el cielo con diamantes
Como un animal que tiembla
antes de lanzarse sobre ti
Eternas aperturas
Son tuyas
En estos mares del cosmos.
Se estrellan en la niebla
Un auto y un avión
cada uno sigue su camino hacia el cielo de chatarra
Los cinturones de seguridad
rendidos sobre los asientos
atrapan el vacío como un mensaje presurizado
desaparecen
sus números de serie son borrados
lentamente
en sentido contrario al que fueran escritos
Son casi astronaves
pero un bélico encanto los retiene
y no pueden irse.
Tráfico de buses cohete
Marcopolos Torino con chasis B58 ensamblados por Etramsa & Morillas Enatrus chasis volvo en carrocerías Camena & Moraveco monoblocos carrozados por Etramsa con chasis Mercedez Benz Etulsa Alfa Ikarus Etragelar Hino la 48 la desaparecida & expulsada 76… mantienen tal velocidad democrática, que despegan…
Noticias de una brillante despedida
Bussings olvidaron la ciudad, el barrio, la vía expresa
tuvieron tal prisa
que partieron desprovistos del mínimo implemento tecnológico
digamos que estaban compuestos únicamente de carbono y grafito
del mismo compuesto con el cual se forman las pistas de los carros chocones
En las investigaciones de científicos, escribas y detectives sobre su desaparición
se concluyó que se fueron hace casi treinta años
a buscar otras temperaturas y presiones extremas sobre sus asientos y carrocerías
se fueron a buscar otro calor en su centro
a buscar la existencia origami
que en millones de años
los vuelva diamantes.
En la pista del pímbol
Tenemos el rostro de Túpac Amaru en nuestras monedas
guardo una en mi jean nevado
otra se va por el mueble negro del pímbol
mis ojos son un mirador
una cabina que sigue a los Enatrus alcanzando a las combis
una noche con pocos postes de luz
El pímbol
es una eterna urbanización recién acabada de construir en la cual no es permitido el paso de esos minibuses
los silenciosos motores de los Ikarus 10
y sus grandes carrocerías
los expulsan
Las calles solitarias vuelven
El crédito de mi moneda
dispara una bola plateada por la pista.
Crónica del tercer despegue
Cruzó la Vía Láctea
en diferentes vehículos
en una misma cabina
A millones de nudos
por el mar del cosmos
(o a mínima aceleración…
para mejor mirar la nebulosa de las colisiones)
Desertó
de las viejas milicias
de la nave asignada
de la orden, «retorne a la base»
Se fue
por la borda fantástica
A la velocidad de la luz
de un inminente tesoro
Mi densidad reverbera a su paso
Pero se conduce
Atraído por otra presencia
En el sonar de la profunda noche
Me llaman sus vibraciones
Como una gigantesca
ciudad móvil
del mar
Y yo bajo ese domo
Con mi Leica
A centímetros de la arena negra
Me deslizo
Como un buzo
emergiendo a las claridades de una cueva
Disparo
Cientos de tomas de esas presencias
Pero capturo unos pocos fotogramas de ellas
y sus movimientos
Ansiando el montaje
No me puedo detener
en esta película
que no termina.
Póscreditos de una vieja película en expansión
Un poeta
hace detonar un amistoso explosivo en las profundidades
Me interroga
por mi necesidad de inventariar elementos nostálgicos
Yo le respondo
que la mansión de los poemas por venir
me estuvo negada
Solo hallé un kiosko abierto
en el cual se me permitía intercambiar viejas baratijas
por ediciones únicas de revistas y periódicos
Le entregué joysticks, rins, tocacassetes,
calcomanías
a cambio de fotos encerradas con lapicero (como pausados fotogramas)
frases o titulares subrayados
que recibía como un preciado capital
de viejos billetes
cosidos en oro
Ediciones que se convertían en boletos
mapas
recortes
de un programa de diversiones
Escrupulosamente organizado
en un cajón íntimo
Como un ajuar funerario
para mis muñecos Star Wars
con licencia cómic
Retomar funciones en el Halcón Milenario
por ejemplo
o perderse en la ciudad de Lima
sin dinero
en la entrada de la Feria del Hogar
pero con astucia y tecnología
para ser emprendedores de la fantasía
e instaurar
-con todo ese poder-
una nación intergaláctica en estos tugurios
Esos muñecos Star Wars
en reposo
son mis poemas
en una caja cubierta de papel regalo
Una placenta
Un pequeño universo
habitado por millones de mecanismos microscópicos
inteligentes y sensibles
requiriendo presencia
corporeidad
¿Por qué no?
con un vocablo
o con partes de diferentes muñecos
con escenas
de diferentes dibujos
animados.

Pablo Salazar Calderón (París, 1978) Es egresado de Lingüística y literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Publicó la plaqueta de poemas Terrado de Cuervos (Tranvía Editores, 2008) y los libros “Piedralaventanaelcielo” (Paracaídas editores, 2011 y Apogeo, 2020), “Buen viaje, Ikarus 10” (Paracaídas, 2018 y Aletheya, 2020), “Acople en el mar del cosmos”, como parte de la colección “Pulsaciones” (Pájaro de fuego ediciones´, 2022) y “Bus de la energía pura” (Apogeo, 2024) que agrupa sus dos últimos títulos y el hasta ahora inédito “Poscréditos de una vieja película en expansión”. Participó en diversos Festivales entre los cuales se destaca el encuentro peruano-bonaerense “Peruba” realizado en la ciudad de Buenos Aires el año 2012, donde dictó talleres y brindó recitales poéticos junto a poetas argentinos, entre otros eventos literarios. Poemas suyos aparecen en diversos medios. Actualmente se dedica a la docencia, la corrección de textos y la asesoría literaria. También publicaba semanalmente reseñas sobre libros de poesía peruana contemporánea en la Revista Poliantea y en su blog de creación y crítica, País Autobot, que retomará en breve.