Los alrededores de la Catedral de Ciudad Juárez recibieron este fin de semana a decenas de personas en situación de movilidad, quienes encontraron en el lugar un punto temporal de atención médica y apoyo humanitario.
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) estuvo presente como parte de una Brigada de Salud, ofreciendo servicios básicos y acompañamiento a migrantes que transitan por la frontera en busca de llegar a Estados Unidos.
Este fin de semana, la máxima casa de estudios de la ciudad reafirmó su compromiso con las personas en situación de movilidad al participar en una Brigada de Salud instalada en la Zona Centro. La acción fue organizada por la Dirección General de Vinculación, Intercambio y Responsabilidad Social, junto con la Subdirección de Responsabilidad Social Universitaria, y contó con la participación de estudiantes de Medicina y de Terapia Física y Rehabilitación.
Juárez se ha convertido en los últimos años en un destino para quienes buscan estabilidad económica y un nuevo comienzo. Lo que antes era una escala obligada para intentar llegar a Estados Unidos, hoy es para miles un punto de llegada, un lugar donde reconstruir la vida después del camino.
Migrantes provenientes principalmente de Sudamérica han decidido asentarse en la ciudad, impulsados por el cierre de rutas hacia el vecino país y por la posibilidad de encontrar trabajo, vivienda y un entorno más estable. Muchos comenzaron con empleos informales o vendiendo comida típica en espacios pequeños, y con el tiempo han logrado insertarse en el mercado local, rentar una vivienda, enviar dinero a sus familias y construir una rutina segura, pero otros están de paso y acaban de llegar a esta frontera.
A éstos últimos, jóvenes universitarios trabajaron en conjunto con distintas instancias del Sector Salud y organizaciones civiles para brindar atención primaria a migrantes de Honduras, Venezuela, Colombia, Perú, Nicaragua, Brasil y Ecuador, quienes en esta frontera encuentran un respiro antes de continuar su camino hacia Estados Unidos.

Entre consultas, masajes de rehabilitación y revisiones básicas, hubo manos extendidas y palabras que devolvieron calma a quienes, en su ruta, han debido aprender a sobrevivir entre incertidumbres.
A este esfuerzo se sumaron el Gobierno del Estado a través de la Región Sanitaria; el Gobierno Municipal mediante las áreas de Optometría y el DIF; además de organizaciones como OIM, Ave Fénix e IRC. Juntos formaron un punto de atención integral que combinó apoyo médico, acompañamiento y escucha.
El retorno a su lugar de origen ya no es una opción para gran parte de ellos. La violencia, la falta de oportunidades y el riesgo de extorsión en sus países de origen los empujó al norte y ahora los mantiene aquí, a la espera de poder cruzar, o quedarse como muchos otros, en Ciudad Juárez.

