(Soneto contemporáneo en el que se reconoce la fuerza femenina, partiendo de lo que está bien hecho de ese lado binario, demostrando destreza y virtud, exige reconocimiento humilde y autocrítico. Desde el lado izquierdo la construcción de la vida supone una transformación ética no tecnológica. Porque se trata de hacer una celebración crítica de este momento.)
Yo conozco a mujeres sonrientes,
ellas saben mirar otros objetos,
porque han terminado con secretos;
en su sororidad son disidentes.
He notado sus cambios zodiacales,
matemáticos, químicos, orgánicos
y coincido con ellas; cambios básicos,
unos giros audaces y geniales.
Me rindo como siempre a su presencia
en ámbitos distintos a lo nuestro;
para mover el mundo, resiliencia.
Porque hay que partir de lo que es diestro
y aceptar que requiere hacer conciencia
y falso que requiera mucha ciencia.

