De entre todas las bellas artes, la poesía es el arte por excelencia, sirviendo como medida estética para catalogar todas las demás manifestaciones artísticas. Su origen oral, que con la modernidad también se convirtió en un arte literario escrito, en la postmodernidad se transforma en un ser híbrido que evoluciona junto a los medios y las redes sociales. Retoma y recombina su oralidad en busca de un discurso novedoso asimilado por un público heterogéneo, consumista y más demandante. La poesía oral y la oralidad poética actual reflejan esa socioculturalidad que marca el curso de los pueblos y de sus individuos en colectividad diversa. Es eco de sus tradiciones, diario de su realidad y emociones, manifiesto de sus interrogantes, problemáticas y futuro.
Esta forma de poesía se conoce como Spoken Word, Poesía Hablada o, en su categoría más evolucionada, Poetry Slam. La poesía hablada nació en Harlem, Estados Unidos, con la poesía jazzística del Renacimiento y la Generación Beat de la posguerra. Sin embargo, a partir de los años 60, se popularizó en las comunidades afroamericanas como un medio de expresión social y fue utilizada por muchos artistas como performance en sus obras.
En la década de los 80, el artista Marc Smith creó la forma Poetry Slam, estableciendo reglas genéricas dentro de la poesía hablada que la internacionalizaron, globalizándose en las décadas siguientes hasta principios de los 2000. En la actualidad, cuenta con una reconocida organización internacional, así como con organizaciones continentales, nacionales y locales, con miles de artistas participando en diferentes slams en muchos países.
¿Qué es la poesía hablada?
n género poético en el que se fusionan el texto poético con el performance y una entonación vocal casi musical, utilizando un lenguaje cotidiano que puede ser entendido por la mayoría, aunque no está exento de un alto vuelo poético según el gusto del creador. Se trata de un monólogo, un manifiesto, una declaración o una narración en forma de prosa poética.
Es importante señalar que en la poesía hablada, los textos deben ser recitados o leídos por el propio autor, aunque existen pocas excepciones donde se cita al autor del texto o se colabora con otros poetas en una puesta en escena. Esta poesía está altamente ligada a los barrios y al público de todo tipo, que decide si se siente identificado con lo que dice el poeta. Los poemas suelen durar un máximo de 3 minutos (o 7 minutos en algunas partes de Europa).
La poesía hablada engloba y mixtifica todas las demás facetas poéticas como una ópera jazzística aleatoria, sin ser jazz y sin ser rap, aunque este último género musical nació a partir de este tipo de poesía.
A través de la historia cultural de Cuba, existe un amplio caudal de oralidad poética, con destacados recitadores, narradores, oradores, repentistas e improvisadores, como El Cucalambé, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), Nicolás Guillén, Luis Carbonel, y Alexis Días Pimienta, entre otros. La poesía nos marca al hablar tanto como la música y el baile.
La poesía hablada llegó a Cuba en los años 90 junto con la cultura Hip-Hop, colaborando con esta como su fuente madre. Sin embargo, la poesía hablada es un género tabú dentro de los ámbitos culturales institucionales cubanos, aunque en el ámbito internacional sus artistas son reconocidos por sus obras de mérito.
Desde los años 2000, se han desarrollado proyectos poéticos cubanos como Omni Zona Franca, “Poesía sin Fin”, “La Poesy Conection”, y “Oralitura Habana”. No obstante, la creación en 2020 de “Àṣẹ Poetry Slam” por la poeta y artista cubana Luz de Cuba, el primer slam cubano legalizado en la World Poetry Slam Organization y en el Abya Yala Poetry Slam, ha dado el impulso decisivo a la poesía hablada slam en Cuba.
Hoy en día, en nuestros barrios y localidades, existen nuevos exponentes reconocidos como poetas slam, cuyas obras reflejan sus comunidades y aspiraciones.
Mi nombre es Roy Hall Delgado, y mi seudónimo es Plácido Pasillo. No escogí mi nombre artístico, sino que él me escogió espiritualmente a mí, y considero esto un honor enorme al que debo retribuir. Si no fuera poeta, no sería quien soy, pues la poesía ha marcado cada tramo de mi vida y es mi mejor autobiografía. Comencé a crear poemas a los doce o catorce años; fue el amor lo que me impulsó a tomar los versos y la prosa. Posteriormente, mis propios sentimientos y los cambios ideológicos que experimenté al desarrollar una conciencia crítica sobre el realismo socialista cubano, más allá del adoctrinamiento educacional y social generalizado, continuaron inspirándome.
En 2020, formé parte del grupo de poetas independientes que fundaron “Àṣẹ Poetry Slam” (slam nacional cubano). En 2022, obtuve el cuarto lugar en el slam virtual de esta organización, y en 2023, logré el tercer lugar en su primer slam presencial.
Tengo varios poemarios aún no publicados. Soy artista performer independiente, reseñista teatral, gestor e investigador sociocultural, y conservador y restaurador de obras de arte. En marzo de 2024, creé mi propio slam local: Afroexistencia Poetry Slam, con el objetivo de formar una comunidad poética de testimonio existencial y afrocultural.