Nadie que haya sudado una madrugada en el centro de Chihuahua hace alrededor de 10 años olvidará la irrupción de II —léase “Dos”—. Con apenas una guitarra envuelta en delays, un bajo grave y una batería guiada por metrónomos secretos, estos tres veinteañeros reventaban pistas y patios por igual. Su mezcla de texturas psicodélicas y pulsos de discoteca los volvió protagonistas de cada fiesta universitaria y, muy pronto, de los carteles de toda la ciudad. “Post‑rock duro y macizo”, los describió la prensa independiente, y no exageraba: aquel cóctel resultaba tan apto para el baile como para el mosh‑pit.
Formados hace poco más de doce años, Chuy Sandoval (batería), Marco Ruíz (guitarra) y José Galindo (bajo) nunca parecieron interesados en la forma clásica de la canción. Prefirieron erigir atmósferas donde la melodía emergía, se torcía y volvía a hundirse entre reverbs y delays que recordaban la etapa más electrónica de Gustavo Cerati. Aquella búsqueda quedó plasmada en un puñado de lanzamientos autoeditados: Hanoi EP, Hanam EP, Live Session EP y el single Decca (re‑issue), todos aún disponibles en Bandcamp y en Youtube salpicados de etiquetas como experimental, ambient y noise.
El documento audiovisual definitivo es la Live Session grabada en Kaldi Café. En menos de veinte minutos los chihuahuenses exhiben su versatilidad: Talk‑Box abre con un loop juguetón; Ping‑Pong desdobla capas rítmicas; Shhh… coloca al oyente en un amnios de feedback, y Quattro corona con un crescendo que coquetea con la euforia dance‑punk. Basta ver los rostros del público para entender que aquello era algo distinto en la escena local.
Cuando las paredes de Chihuahua quedaron chicas, II se lanzó a giras relámpago por Monterrey y la entonces DF. En nuestra entidad compartieron escenarios con Dromedarios Mágicos, Throne, Pájaro sin Alas, Tetas Lazzer y Mantarrayas. El punto más alto llegó en 2016, cuando fueron invitados al South by Southwest de Austin, hito reservado a muy pocos proyectos del estado grande.

Paradójicamente, la oleada de reconocimiento coincidió con un silencio prolongado. Tras anunciar en redes una fecha el 8 de agosto de 2022 en el Don Burro Foro Cultural, las publicaciones se extinguieron y el trío desapareció del radar. Ningún comunicado oficial, solo la sospecha de que la vida adulta —trabajos, mudanzas, otros proyectos— terminó por poner pausa a una alquimia musical que parecía inagotable.
Hoy, mientras los algoritmos de streaming nos bombardean con fórmulas predecibles, vale la pena regresar a la obra breve pero fulminante de II. Reescuchar Hanam EP con buenos audífonos revela la paciencia con la que tallaban frecuencias; volver a la sesión de Kaldi recuerda que también se podía bailar mirando al futuro.

Quizá algún día el trío decida reactivarse; hasta entonces, su legado sigue vibrando en los rincones donde aún resuena la entrada de Talk‑Box: esa nota suspendida que nos recuerda cuán grande puede ser una ciudad cuando tres amigos se atreven a trazarle un nuevo pulso.