Mientras el empresario Ricardo Salinas Pliego continúa desafiando al Sistema de Administración Tributaria (SAT) en tribunales, la deuda acumulada de su grupo empresarial con el fisco mexicano no deja de crecer. En tan solo un año, el monto subió 11 mil millones de pesos, alcanzando ya los 74 mil millones, según confirmó este jueves Grisel Galeano García, Procuradora Fiscal de la Federación.

Hoy en la Mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, Galeano señaló que Grupo Salinas mantiene al menos 32 juicios activos relacionados con sus obligaciones fiscales. La mayoría de estos procesos se encuentran en tribunales y otros incluso han llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde, afirmó la funcionaria, el grupo ha contado con “cierta protección” que le ha permitido postergar sus pagos.
“El impuesto se generó en 2008, debió haberse cubierto en 2009, y el SAT comenzó su revisión en 2013. La auditoría concluyó en 2016 y determinó que sí hubo omisión de impuestos. Durante esos tres años, Grupo Salinas tuvo oportunidad de aportar pruebas, pero no lo hizo”, detalló la Procuradora.

Para dimensionar el adeudo, basta comparar que el Presupuesto de Egresos de Ciudad Juárez para 2025 asciende a 9 mil 325 millones de pesos. Es decir, Salinas Pliego debe al fisco casi ocho veces más de lo que una ciudad fronteriza tiene para operar durante un año.
Galeano García criticó que, lejos de asumir responsabilidad, el empresario ha emprendido una estrategia legal “de desgaste institucional” que busca evadir el pago de impuestos. “Tenemos que evidenciar a un grupo empresarial con temas complejos en la Suprema Corte”, dijo.
La deuda, indicó, no se generó de manera reciente, sino que se arrastra desde hace al menos 16 años, con recursos legales que han frenado la acción del Estado para cobrar los impuestos omitidos.
El monto en litigio, que ya suma 74 mil millones de pesos, representa uno de los casos más emblemáticos de evasión fiscal en el país. La Procuradora señaló que la falta de pago no responde a falta de capacidad económica, sino a una estrategia deliberada de no contribuir al erario.
El caso ha cobrado notoriedad no solo por el volumen del adeudo, sino por la influencia pública de Salinas Pliego, quien encabeza un conglomerado mediático, financiero y comercial con presencia nacional. Su enfrentamiento con el SAT, y ahora con el nuevo Gobierno federal, amenaza con convertirse en un símbolo de la resistencia empresarial a cumplir con el régimen fiscal.
Galeano García concluyó que el caso continuará su curso legal, pero dejó en claro que el Estado no cederá: “Todos, sin excepción, deben pagar lo que deben”.