La galardonada Cristina Rivera Garza (México) se formó en historia antes de convertirse en escritora, graduarse en Houston, enseñar y recibir premios como el Pulitzer 2024, categoría memorias, con El invencible verano de Liliana, el cual ha merecido críticas destacadas.
Resaltaré las roturas que en-garza Rivera en Lo roto precede a lo entero: 125 infraensayos (Literal Publishing 2021), obra con cisuras profundas como un mundo oculto, insospechado. El prefijo “infra” corrobora lo dicho, se trata de un hondo precedente en el proceso de escritura. Estas fracturas comprenden sílaba, palabra; dedos, teclado; escribir, detenerse, tratar lenguaje; palabra (otra vez), aparición, pantalla; halo, gozo; existencia, olvido de todo.
Para llevar a cabo el cometido “infra”, Rivera enlaza tiempos, mundos recónditos e indispensables (el adjetivo particulariza lo universal, Carson); conecta pulsiones necesarias (dos argumentos), errores y palabras juntas; acopla dos géneros literarios: el libro y la nota suelta; reúne recursos; agrupa a productores/escritores con rasgos precedentes hasta convertirlos en piezas enteras. Los infraensayos ofrecen reflexiones, información actualizada, óptica del mundo en recomposición. En el trayecto percibo, inminentemente, la influencia de Alberto Juarroz. Además, como dice el colofón, aprecio la autoridad de George Perec (Lo infraordinario, 2008) para enfrentar las minucias cotidianas con rigurosidad.

Lo roto precede a… contrapone la pantalla simulada de la página-en-blanco y la «vuelta de hoja» en desuso; otras veces, engarza la alianza de (en)cerrarse en el propio sótano, sin abrir ventanas, para apreciar la escritura como una «cuestión del afuera».
Además, uno de los ensayos conecta a escritores y tartamudos. Ambos se esfuerzan por reunir palabras y salir airosos, porque su vida es «tiempo-de-habla». Otros ensayos vislumbran los aciertos de Carson, Pamuk, Mankell, Shelly Jackson, Cervantes.
Añado, entre añicos, los ensayos dilucidan el futuro escondido en una obra, porque «subrayar un libro es escribir otro». Además, encontramos que el párrafo es «la unidad de la respiración». Como respuesta a la escritura descuidada, Rivera acota: «un párrafo bien escrito es un cuento completo». Y, en el último infraensayo aparece el epígrafe fractal e inconcluso del libro. Por favor, completa éste para llevarte lo entero como conclusión.
Por último, les regalo unos exiguos infraensayos de Rivera Garza, escritora de lujo a explorar y aplaudir como se merece.
76. ADOLESCENCIA
Caminar es sólo otra forma de narrar. Caminar de noche es un narrar un poco desvariado.
53. LA EDAD EXACTA
Justo como los libros que uno ha dejado a medio leer y luego retoma con el tiempo, al regresar a una ciudad de Su Propio Pasado uno empieza la lectura en la edad exacta en la que se quedó.
43 EL LUGAR DEL SECRETO
El libro no ayuda a descubrir el secreto que hay en el lector; el libro, cuando es libro, produce ese secreto en el lector.
El libro no es una revelación (de lo que ya estaba ahí) sino un encubrimiento (de lo que está en -proceso-de-estar-ahí). El libro no expresa; el libro produce.
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*Carmen Concha-Nolte (Perú). Lingüista lectora de periferias. Crítica literaria, cuentista, poeta. Tallerista de lectura. Colabora en varias revistas. Aparece en 32 antologías colectivas. Finalista de algunos concursos de microrrelato y de poesía.