En un intento por desprestigiar a la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, la oposición mexicana ha intensificado una guerra mediática con el uso masivo de bots en la red social X. A pesar de estas estrategias, la mandataria mantiene un sólido respaldo ciudadano con un 80% de aprobación, según datos recientes.
La oposición ha manipulado información sobre el caso Teuchitlán para lanzar ataques contra la presidenta Sheinbaum y el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Se ha identificado la participación de al menos 87 mil cuentas en X, generando casi un millón de publicaciones mediante retuits, posteos y respuestas con contenido hostil.
De acuerdo con información presentada en la Mañanera del Pueblo este martes 18 de marzo, entre estos, 44 mil cuentas promovieron hashtags en favor de la candidata del PRIAN en 2024, mientras que 54 mil se dedicaron a atacar a AMLO y ahora a la presidenta Sheinbaum. A la ofensiva se sumaron cuentas opositoras nacionales y extranjeras, principalmente de Colombia, Estados Unidos, España y México.
El análisis de estos ataques revela que 31 mil cuentas de bots han sido utilizadas en ataques anteriores contra el expresidente López Obrador y continúan operando contra la actual presidenta. Esta estrategia mediática representa un gasto de aproximadamente 20 millones de pesos diarios.
Respecto a los intentos de vincular a funcionarios de Morena con el crimen organizado sin pruebas, Sheinbaum señaló que es parte de una campaña de desprestigio financiada con recursos de origen desconocido.
“Es una estrategia sin sustento. Hashtags como #Narcopresidente y ahora #Narcopresidenta carecen de fundamento. No van a encontrar pruebas porque no existen”, afirmó la presidenta.
Advirtió también que detrás de estos ataques hay personajes sin autoridad moral que buscan desestabilizar el gobierno con desinformación y noticias falsas. Hizo un llamado a la ciudadanía para mantenerse informada con fuentes verificadas.
En el marco de las campañas presidenciales en México, el uso de bots en redes sociales ha sido una constante. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se han identificado campañas digitales de acoso y desprestigio impulsadas por cuentas automatizadas. Un claro ejemplo fue la campaña masiva que, tras publicaciones de medios como ProPublica y The New York Times, generó más de 20 millones de tuits con hashtags como #NarcoPresidenteAMLO y #NarcoCandidataClaudiaSheinbaum.
Investigaciones revelaron que el 57% de estas interacciones provinieron de cuentas con comportamiento automatizado, muchas de ellas ubicadas en Argentina y España. Se estima que el costo por tres «likes» en estas campañas es de un peso, según reportajes de Milenio.
El objetivo de estas estrategias digitales va más allá del desprestigio: buscan influir en la percepción ciudadana, amplificar narrativas opositoras y generar presión mediática. A lo largo del sexenio de López Obrador, diversas comunidades en redes como X han operado con tácticas de desinformación, insultos y descontextualización de datos.
Este fenómeno no es exclusivo de México. En otros países, como Estados Unidos y Myanmar, el uso de estrategias digitales para polarizar y manipular a la sociedad ha derivado en episodios de violencia. En el ámbito nacional, la estrategia digital sigue siendo una herramienta clave en la disputa política, evidenciando la creciente influencia de las redes sociales en la democracia.