Dos jóvenes somalíes permanecieron secuestrados durante un mes en Ciudad Juárez, en una vivienda de la colonia Rinconada de las Torres, en el suroriente de la ciudad, una zona donde la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) ha registrado casos similares en los últimos meses.
Un adolescente de 17 años y una mujer de 23, fueron rescatados por elementos de la Policía, tras recibir la alerta de vecinos que escucharon sus llamados de auxilio, agregó la dependencia.
La intervención rápida de los agentes permitió poner fin a su cautiverio, un hecho que refleja que, pese a la reducción general del flujo de los migrantes con las nuevas políticas estadounidenses, la frontera norte de México aún guarda rincones donde la violencia y el tráfico de personas persisten.
Los jóvenes, visiblemente exhaustos y con signos de maltrato físico, relataron a los oficiales que habían sido incomunicados, privados de alimento y sometidos a tratos crueles durante semanas. Tras su rescate, fueron trasladados al Departamento de Trabajo Social, donde recibieron atención integral mientras se iniciaban las investigaciones correspondientes.
Este caso se suma a la estadística parcial de 2025, que indica que hasta septiembre más de 100 migrantes recuperaron su libertad tras ser privados de su libertad en esta ciudad.
Algunos lograron escapar, otros fueron liberados mediante negociación y unos más fueron rescatado por la autoridad. Hasta el momento, 60 presuntos plagiadores han sido detenidos este año.
Apenas el fin de semana pasado otros seis migrantes fueron rescatados por policías preventivos (SSPM) durante dos operativos en domicilios de las colonias Tierra Nueva y Luis Olague. En total, se detuvo a 17 personas, incluidos menores de edad, presuntamente responsables de la privación de la libertad.
En la primera intervención, agentes auxiliaron a tres migrantes, dos hombres y una mujer, retenidos en un domicilio de la calle Puerto Colón, colonia Tierra Nueva. Los secuestradores, que exigían un rescate de 2 mil dólares, fueron señalados por los afectados. Durante el operativo, se arrestó a ocho adultos y una adolescente de 15 años.
La segunda acción policial se realizó en un inmueble del cruce de las calles Capricornio y Tungsteno, colonia Luis Olague, donde tres migrantes permanecían cautivos desde hacía dos semanas. Allí fueron detenidos cinco adultos y dos adolescentes de 16 y 17 años. En el sitio se aseguraron radios de comunicación, pistolas de juguete, teléfonos celulares, piezas de madera y un cuchillo, usados para grabar y amenazar a las víctimas.
Los secuestradores contactaban a los migrantes en el aeropuerto de la Ciudad de México, prometiéndoles cruzar la frontera hacia Estados Unidos, y exigían hasta 100 mil pesos a sus familiares por la liberación.
Una larga pesadilla
Datos periodísticos indican que el fenómeno no es nuevo ni aislado, ya que durante el 2024, alrededor de 400 migrantes de distintas nacionalidades fueron rescatados por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y Municipal, y aunque las cifras muestran una disminución este año, la amenaza persiste.
A finales de junio de este año, un operativo conjunto de la Agencia Estatal de Investigación, Ejército Mexicano y Guardia Nacional permitió liberar a dos personas originarias de India, privadas de su libertad en el fraccionamiento Cerradas del Ángel 2. En esa ocasión, fueron detenidos Manuel de Jesús R. M., de 21 años, y Saira M. G., de 25, quienes se identificaron como miembros del grupo delictivo conocido como “La Empresa”. A Manuel se le aseguró una pistola Smith & Wesson calibre .380 y un vehículo tipo SUV, mientras que ambos quedaron bajo custodia para continuar las investigaciones por privación ilegal de la libertad y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego.
Estos episodios dibujan un panorama complejo en Ciudad Juárez, donde la vulnerabilidad de los migrantes sigue siendo explotada por estructuras criminales que operan al margen de la ley. La experiencia de los somalíes, rescatados gracias a la acción combinada de vecinos y policías, evidencia la importancia de la colaboración ciudadana y la rapidez de la autoridad en la atención de emergencias.
Aun así, la violencia no ha desaparecido, y los operativos recientes muestran que la red de secuestro y tráfico humano sigue activa, adaptándose a los cambios en las políticas de control migratorio y reforzando la necesidad de estrategias más integrales que combinen prevención, rescate y justicia.