En un contexto de transformación social, política y cultural en México, la derecha mexicana parece estar atrapada en un estancamiento peligroso. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de la Ciudad de México, señaló que este sector no solo carece de reconocimiento, sino que también se encuentra desconectado de las nuevas generaciones, especialmente los jóvenes.
Esta falta de conexión se hace evidente en las críticas que se lanzan desde las filas del conservadurismo, que han quedado desactualizadas y carentes de un discurso que resuene con las aspiraciones de los jóvenes de hoy.
Un ejemplo notable de esta desconexión es el reciente mensaje en redes sociales del expresidente Vicente Fox, en el que se lanzan acusaciones infundadas contra el presidente López Obrador, acusándolo de realizar “vuelos secretos cada semana.” Sin ofrecer pruebas, Fox perpetúa un tipo de discurso que, lejos de atraer a los jóvenes, los aleja. Es importante, como dijo la presidenta, que los jóvenes reconozcan estos actos de desinformación, apuntando que la figura de un expresidente propagando mentiras es un claro indicativo de la falta de seriedad y autenticidad en el discurso de la derecha.
La frase del escritor Carlos Monsiváis, “La hipocresía es la doctrina de la derecha”, sigue con fuerza en estos años. Este tipo de retórica, que ha caracterizado a sectores conservadores, no logra captar la atención de una juventud que busca autenticidad y un propósito más allá del individualismo. En contraste, el movimiento de la Cuarta Transformación (4T), que Sheinbaum representa, promueve valores de generosidad, fraternidad y solidaridad, fuertemente arraigados en la cultura de los pueblos originarios. Estos son elementos que la juventud actual valora y busca en su entorno político.
La mandataria subraya que el deseo de superación personal de los jóvenes no debe ser a expensas de los demás. La 4T defiende la idea de que el crecimiento individual debe ir de la mano con el apoyo a aquellos que se encuentran en situaciones más difíciles. Este enfoque humanista es un componente esencial del discurso de la 4T y se presenta como una alternativa atractiva frente a la visión neoliberal que ha predominado en México durante años.
Además, Sheinbaum critica el desprecio histórico hacia los pueblos originarios, una postura que ha caracterizado a la derecha en su trayectoria política. El reconocimiento y orgullo por las raíces indígenas es un aspecto fundamental del humanismo mexicano que, a diferencia de la narrativa de la derecha, busca reivindicar las figuras históricas como Juárez, Carranza, Villa, Zapata y Lázaro Cárdenas. Esta falta de conexión con la historia y la cultura nacional es un factor que contribuye al declive de la derecha en el país.
En resumen, la derecha mexicana no solo está extraviada en su intento de conectar con los jóvenes, sino que también se enfrenta a un declive inminente debido a su incapacidad para adaptarse a las demandas de las nuevas generaciones. El estancamiento en su discurso, caracterizado por la hipocresía y la falta de autenticidad, contrasta marcadamente con los valores promovidos por la 4T.
Mientras México avanza hacia un futuro que valora la solidaridad y la inclusión, la derecha, si no logra renovarse y conectar con la juventud, corre el riesgo de quedar relegada a un papel secundario en la política nacional. La transformación social en curso exige un cambio en la narrativa y en la estructura misma de los partidos, y la derecha debe reconocer esto si desea evitar su propio declive.