Mona, caguama y perreo,
mona caguama y perreo.
Que viva San Judas Tadeo.
(Escuchado en la calle)
Imagina una colonia cualquiera de las periferias en la Ciudad de México. La Once de mayo, en la delegación Chimalistacoatl, por ejemplo. Una colonia a la orilla de la carretera donde pasan las combis a toda velocidad y ya se han quebrado a varias abuelitas. En esa colonia, en uno de los depas de la Invi, hay una habitación por donde la oscuridad desciende hasta encontrar una rendija de luz. Sobre el fuego de la estufa baila una morrita desnuda, morena de cabello largo, es la tentación andando y te invita a que te acerques. Este es el alucín de la Bellakita, una morra de diecisiete años, sin oficio ni beneficio, que comienza a tener visiones. Algo la llama, algo muy profundo y espiritual. Pero la Bellakita lo rechaza, porque ella no está acostumbrada a esas ondas. Ella puro perreo, reguetón y bailar hasta que se le raspen las rodillas. Sus únicas broncas son sobrevivir, evitar a su madre a quien le tiene un profundo rencor y disfrutar de la mona y de las aguas locas.
En medio de fiestas y peleas campales con su pandilla, los Boster Killers, la Bellakita se cotorrea y convive con su amigo el Monozo, quien siempre la cuida y la lleva a la iglesia de san Hipólito, allá por metro Hidalgo, a venerar a San Juditas. También tiene que padecer a la Bellakona, su dizque amiga que siempre la está metiendo en broncas, y tratando de obligarla a que pierda su virginidad con cualquier cabrón. Pero la Bellakita no sabe lo que quiere, sólo sabe que un corazón pequeñito que le cabe en la mano sigue latiendo. Y despierta cada mañana a un lado de su «mai», su jefita, y comprende que se tiene que ir de ahí. Y es entonces cuando comienza el viaje, porque de una manera inexplicable ella es la elegida para bajar al inframundo, seducida por Lucifer —también conocido como el Michi— y protegida por San Judas. Y ahí, en el blinblineo tiene un arrebato que la lleva a esa otra realidad, entre varios círculos del infierno, ríos que se atraviesan sobre perros, intentando volver a su mundo ordinario y encontrándose allá abajo con mascotas de antaño, su «pai», la memoria de momentos felices que tuvo con su madre y un verdadero infierno que es más cruel que lo que en tus peores pesadillas habrías podido imaginar. Sólo hay una salida, y es tomar el metro que conecta el infierno con la Chimalistacoatl. ¿Lo Logrará?
La Bellakita es una novela de Alejandro Carrillo que mezcla lenguaje puerotriqueño, con chilango, inglés y onomatopeyas. También está llena de palabras del náhuatl, o que suenan a náhuatl. Es un viaje, un alucín y una novela de lenguaje. El ritmo y las imágenes van pegaditas, embarrándose, cachondeándose y faltándose el respeto bien machín. La Bellakita tiene que salir de la Chinampa original, primigenea y el mundo de lo prehisipánico para volver a su casa: El verdadero infierno, aunque ella no lo sepa. Y para esto tiene que reencontrarse con su pai, y derribar tabús y fronteras morales que conocemos como sociedad. Pasan unas cosas bien densas, pero estamos en el infierno, ¿cómo podría ser de otra manera?
Alejandro Carrillo, mejor conocido como el Aletz, es el creador de Tinta chida una escuela de escritura pa la banda. También es la cabeza del grupo de lectura Pandilla de lectores, y del taller Pelea y escribe, donde aprenden a escribir mientras toman clases de box y se agarran a chingadazos. Combina vida y escritura y se preocupa por acercar a nuevos escritores que rompen con la idea de los fulanos del saco de pana y parches en los codos. También tiene otra novela, Adiós a Dylan, con la que ganó el premio Mauricio Achar de primera novela. En La Bellakita acompañamos a una morrita que tiene que bregar con una rabia culera, negra y roja que le arde. Y ella no entiende pa qué vergas quiere eso, pa qué sigue de pinche necia si cada vez que trata de seguir adelante la vida le azota la puerta en la jeta y le dice “tú no entras, perra tú no cabes aquí”.
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César Gándara es narrador y guionista sonorense. Escribe cuento, novela y guiones para cine y televisión. Es ganador del Premio del Libro Sonorense 2023, Presea al Mérito Cultural Gral. José María Yáñez en el Festival del Mar Bermejo 2023, Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2021 y Mención honorífica del Premio Nacional de Novela Corta Amado Nervo 2020. Es autor de los libros Luz de naranjos (Nitropress, 2024), Escafandra (Del Lirio, 2022) La joroba de la bestia (Ediciones B, 2018), entre otros. Se ha dedicado a la impartición de cursos y talleres de literatura y de guion en las principales escuelas para escritores y centros culturales de México. En su trabajo como guionista ha participado en series como Celda 211 (Netflix), Yankee (Netflix), Un extraño enemigo (Amazon), José José, el príncipe de la canción (Netflix/Telemundo) y Hasta que te conocí, entre otras.

