En medio de un escenario político en el que la oposición intenta reacomodarse y buscar un perfil competitivo, Morena mantiene una clara ventaja en la intención de voto de cara a la elección de la Cámara de Diputados. Así lo confirma la más reciente encuesta nacional en vivienda de Buendía & Márquez, difundida en El Universal, uno de los medios con línea editorial crítica al oficialismo. El hecho de que incluso en ese espacio se reconozca la fortaleza de Morena refuerza la percepción de que el partido guinda sigue dominando el tablero electoral.
De acuerdo con el estudio, correspondiente a agosto de 2025, Morena concentra 45% de las preferencias, muy por encima del PAN, que apenas alcanza 11%, mientras PRI y Movimiento Ciudadano se estancan en 8% cada uno. El Partido Verde suma 4% y el PT, 3%. Un 21% de los encuestados aún no define su postura, lo que refleja un margen de volatilidad, pero no pone en duda la hegemonía del bloque oficialista.
El comparativo histórico sugiere que, desde el inicio del actual sexenio, Morena no ha perdido terreno de manera significativa. La novedad se encuentra en el reacomodo opositor: el PAN logra colocarse en un lejano segundo sitio, aunque con una diferencia estadísticamente mínima respecto a PRI y MC, lo que confirma que la contienda por la segunda fuerza está abierta y carece de un liderazgo sólido.
El sondeo también profundiza en la llamada “segunda opción” del electorado, un indicador útil para proyectar transferencias de voto en un escenario de alianzas. Aquí destaca que 24% de los simpatizantes del bloque oficialista podría migrar dentro de la misma coalición, frente a un 19% dispuesto a dar el salto hacia la oposición. En contraste, los votantes opositores muestran mayor inclinación a moverse hacia Morena y sus aliados (42%) que al revés (36%).
Otro dato relevante es la imagen de los partidos: Morena acumula 65% de opiniones positivas, una cifra que triplica las percepciones favorables hacia el PAN (19%) y cuadruplica al PRI (16%). Incluso MC, con 31%, y el PVEM, con 32%, superan ampliamente a los históricos partidos que durante décadas dominaron el sistema político mexicano. Esta distribución explica la persistente ventaja del oficialismo, al vincular preferencia electoral con una narrativa de confianza y legitimidad.
El mapa político que se desprende de la encuesta refleja tres bloques: un partido hegemónico respaldado por aliados sólidos; una oposición dividida y sin un liderazgo claro; y un grupo de electores independientes que, aunque voluminoso, no ha encontrado una alternativa convincente en la oferta opositora. El ejercicio de Buendía & Márquez también confirma la percepción ciudadana sobre alianzas: 64% reconoce el vínculo entre Morena y PVEM, 63% lo hace con el PT, mientras que solo 29% identifica como aliados al PAN y MC, lo que revela desconfianza hacia esa supuesta cercanía.