A 105 años de su apertura, El Kentucky Club (Kent pa’ los juarenses), sigue siendo la máxima institución de la vida nocturna de esta metrópoli, no importa en qué lado del río te encuentres o de qué parte del mundo procedas, siempre es un destino turístico infaltable.
Y aunque no lo parezca, el nombre del bar tiene raíces fronterizas. Éste fue fundado por Francisco Montes (don Pancho) durante la Ley Seca de Estados Unidos cuando Mary Dowling, propietaria de una destilería en Kentucky, trasladó la producción de su bourbon a Ciudad Juárez, un lugar que consideró estratégico por su cercanía.
La icónica barra de caoba roja fue tallada en Francia. De ella se conoce que pasó un tiempo en un barco europeo cruzando el atlántico, hasta que desembarcó en Nueva Orleans, Estados Unidos, desde donde fue trasladada a Ciudad Juárez. Su estado bien conservado es orgullo impoluto del bar.
Al entrar, se puede observar una larga barra de caoba color marrón. Su madera y su trabajo fue hecho en Francia y estuvo un tiempo en un barco europeo, cruzando el Atlántico.
Y por supuesto, aquella historia que has escuchado un millón de veces de viva voz por los meseros del Kentucky: la invención de la mundialmente famosa margarita, una elegante copa de cristal con tequila seco, limón y sal, adornada con sal escarchada y una rodaja de limón en la suave orilla.
Existen relatos distintos que narran este suceso, donde coinciden todos es que esta bebida fue creada en los años 40, posiblemente entre el 42 y el 45, por don Lorenzo Hernández (“Lenchito”), a petición expresa de una mujer llamada Margarita. Algunos dicen que era su novia y otros que la esposa de un cliente, quien enlistó sus ingredientes favoritos mientras Lorenzo mezclaba apurado tras la barra. Cuando terminó la bebida y fue del agrado de todos, el mítico cantinero la bautizó con el nombre de la dama. Un origen romántico, en cualquiera de los casos.
Lorenzo Hernández trabajó en el Kentucky Club por 57 años y murió en el 2005, y el bar te recibe con una placa en la acera, al estilo el Paseo de la Fama en Hollywood, que conmemora su invaluable creación.
BAR KENTUCKY
LUGAR DONDE SE
ORIGINO LA MUNDIALMENTE
FAMOSA “MARGARITA
Siempre me ha producido ansiedad la falta del acento (en aquellos años era común que las mayúsculas no se acentuaran) pero, sobre todo, que las comillas no se cierren. Sólo tenías un trabajo, amigo que hiciste la placa.
El bar ha persistido a crisis económicas, guerras mundiales, el endurecimiento de la frontera tras el ataque a las torres gemelas, a la guerra del narcotráfico y, sin embargo, casi no sobrevive a la pandemia del COVID-19: se mantuvo más de ocho meses cerrado y sufrió la repentina muerte de su propietario, Sergio Peña, a causas de este mismo bicho. Aún en medio de la incertidumbre y la tragedia, su hijo, también llamado Sergio Peña, abrió sus puertas de nuevo.
Con un exterior sencillo, hoy en día el interior del Kentucky luce más como un museo, con objetos antiquísimos y esa atmósfera verde y roja, con cuadros y fotografías que nos hablan de su larga historia en la icónica Avenida Juárez, a sólo unos pasos del Puente Internacional Santa Fe.
Sus meseros bilingües te invitan a pasar y siempre tienen alguna historia que contar, como que Al Capone y Marilyn Monroe estuvieron aquí, Frank Sinatra y Elizabeth Taylor, por supuesto. También Mario Moreno “Cantinflas”, Jim Morrison, John Wayne y hasta Steve McQueen. O más recientemente Tommy Lasorda y Oscar de la Hoya, los Osos de Chicago, campeones de boxeo, Miss Universos, políticos y escritores a granel.
Después de todo, tal y como reza aquella frase en su caja registradora, “mi lugar favorito es cualquiera que sirva margaritas”.
