EUGENIA STRACCALI
1.
¿y quién será el cirujano para esta piedra?
Geoffrey Hill
y ese mismo día te grité
cuídate
del búho de voz suave
de la sonrisa del hurón
de todas las voces que te humillan
de la caída vertiginosa del halcón en el humo
cuidate
tenés
los ojos fríos
el paladar helado
cuidate
el cuerpo atrapado en acero
dispuesto a matarte en algún acantilado
la piedad a solas con su furia
se sienta en las multitudes
Breve historia del bosque
Clorhidrato de cocaína. Bosque de cerámica croquelada espinas
de palo borracho, flores bajo el hielo. El material de partida para
hacer crack (droga) es el clorhidrato de cocaína. Bosque de
2.
álamos blancos. La cocaína generalmente se obtiene de las
hojas de coca y se conoce comúnmente como ‘nieve’ cocaína
‘coca’ o ‘perico’. Bicarbonato sódico. Bosque de hojas plateadas
o chopo blanco. La cocaína se mezcla con bicarbonato de sodio
y agua para formar un conglomerado de consistencia pastosa.
Calentamiento. Bosque hibernación. La mezcla de cocaína
agua y bicarbonato se calienta (generalmente en una cuchara)
Bosque Proctor cercano al Spoon River tu epitafio. Usando una
fuente de calor un encendedor por ejemplo. Bosque incendiado.
La reacción química y el calor hace que precipite la formación
de la droga crack. Bosque arrecido. Solidificación. A medida que
la mezcla se calienta, el agua y otras impurezas se evaporan,
dejando el crack solidificado. Bosque anfiteatro de muertos. El
término crack se refiere al sonido crepitante que hace el crack
cuando se calienta y se fuma. ¿Cómo olvidar la violencia de que
fumaras delante mío? Bosque boreal. Las rocas de crack suelen
ser blanquecinas o beige y pueden variar en tamaño. Bosque
gélido nuestra belleza y el amor que no reconocés brutal
nómade antiguo alquímico
craquelados
fenómeno de deterioro
grietas leves que fragmentan la pintura de tu paisaje
por qué imitar el envejecimiento
láminas de cerámica
brillan espinos turquesa
nuestro amor
río de glaciares
En: Ojos fríos (2024) Vuelo de Quimera editorial.
***
Revelaciones
Dicen que vivo despreocupada
no quiero mi salvación
es verdad
abandonada a los demonios, íncubos y súcubos, a los encantamientos, hechizos, conjuros
a otros execrables embrujos y artificios, he sufrido horrendas ofensas
escribir
alquimizar el dolor
en esta procesión sólo llorar es posible ellos están enterrándome
asidos a sus coronas se apresuran
se aferran a las ramas
la letra queda al descubierto
llevo un manojo de lilas a los altares.
Dicen que he matado niños dentro de los vientres de sus madres dicen pero no
ellas no querían tenerlos no deseaban nada no madres-niñas-madre-niña-no.
Dicen que soy el hambre del dragón difícil de saciar dicen también que desangré a las crías de los ganados dicen dicen que arruiné los productos de la tierra, enfermé a hombres, mujeres, animales de carga y de otras clases dicen me dicen que apesté rebaños, viñedos, huertos, praderas, campos de pastoreo, trigo, cebada y otros cereales.
Dicen
que contaminé a los muchachos buenos
a tiernas adolescentes
con terribles dolores y penosas dolencias, que impido a los machos coger
a las hembras concebir
los esposos no pueden preñar a sus mujeres ni éstas recibir a aquéllos
con sus vulvas sanas.
Dicen
que en forma blasfema
por mi culpa
los matrimonios renuncian a la fe del sacramento no hay bautismo.
Dicen dijeron dirán hubieran dicho decían que soy bruja
rompo familias
instigo al crimen
por mi gran culpa
las mujeres cometen espantosas abominaciones asquerosos excesos
con peligro moral para su alma por mi grandísima culpa.
Dicen
que aparezco cuando el bosque congela su floresta tormenta de nieve que acosa
huele a jazmín el aire en las habitaciones
perfume virginal que inunda los establos
los hombres viciosos
se arrastran en sus bajos instintos
y acaban
pierden su naturaleza humana. Semen up
¿La única salvación es volver a la madre, que redime los pecados con pureza?
Cuidado con mi lengua y sus venenos
sólo en la muerte abro los ojos,
el vuelo del halcón brilla en este precipicio.
¿Te dijeron que la belleza de la bruja atraviesa los cristales? te desespera.
En: Soy bruja (2020), Ediciones en Danza, Buenos Aires.
***
Huida de loba
A quien me pregunta cuántos amores he tenido
le respondo que mire en los bosques
para ver en cuántas trampas ha quedado mi pelo.
Alda Merini
Poética de los árboles
¿No te das cuenta
de que aquel árbol es testigo
de nuestro ahogo?
Las hojas
transparentes
brillan
como cristales
para nosotros
y escuchan
nuestros suspiros.
Nadie va a pasar por acá nada nos salva
del lobo blanco,
es el viento el que trae el sueño
de los amantes espolvorea
los párpados
con polen
de flores níveas
(esta muchacha cuando hechiza es tan alta como los árboles)
Nuestra pena… por causa
del vino, la poesía y la noche se tornó
irremediable.
Te cuento antes
de que te duermas del todo:
el alfabeto de los árboles
era utilizado
en el culto
de las magas
de la Bretaña medieval
a juzgar por las marcas
del diablo
tatuadas en las manos de las brujas. Las varitas
mágicas
agujas
en el espacio
durante las horas
silenciosas,
emanan
el fluido
que viene
de los astros.
Estoy
ahora
en la jaula de las bestias.
Esta mujer
sabe
el ritmo del demonio entiende
de hechicería,
es veneno de escorpión maneja el tiempo
moviendo sus dedos como tijeras
filo
colmillo
yugular
dulce testimonio es
licor
en tu paladar
lleno de hormigas.
Una herida de amor mordida letal
abre
el torrente negro
que tiene en las palmas abiertas al cielo
Extiende
su paño
sobre la hierba y lanza
su talismán sobre el círculo:
escribe, escribe, escribe
con la tinta derramada sangre
de sus árboles
(mapa ancestral).
poesía creciente
palabras febriles
para un náufrago que llega y necesita asilo.
Ella es feroz
porque tiene complicidad con las sombras
solo podés oler
su fragancia terrible.
No queda vestigio del cálido verdor
de otro
amor,
verano
en que juntos bebimos
la suave fugacidad de la tarde
copa solar tal vez en el designio sutil de las miradas
que imantaban la noche:
en sueño venéreo liviano
oculto,
el madero ardido te quema
la lengua
no hables entonces no hables
no mientas.
Tampoco hay herida
ya
raíz del duelo
el árbol asciende quebranto lineal de un tiempo
¿qué tenemos?
la espera
la brevísima historia de una lágrima
y un poco de espacio entre el bosque y el mar turquesa
el cristal.
Dejemos
que las palabras perezcan del todo hay
otro lenguaje
que surge
de barro
que fue peor
en el crepitar del fuego
o en la llama que se abre pálida.
Lucero muerto en el lago…
estás súbitamente arrepentido pero este árbol ya es ceniza
no respira, crepita su corazón bajo la tierra
lombrices, hormigas, avispas, enrededaderas carnívoras invaden su cuerpo de cicatrices
su corteza lleva grabada
las letras del abecedario de todos los árboles
de este bosque sin tiempo.
En: El alfabeto de los árboles (2017) Ediciones en Danza.
***
NINFAS NO MUSAS
dedicado a ese ¿hombre?
que fue siempre sapo o sapito también cerdo antes del hechizo
a pesar de la mirada de las ninfas y murió ahogado (peor que Narciso) en su ominosa panza blanda.
cuando una ninfa se ahoga en su propia fuente siempre es culpa de un hombre que no entendió que ella es un acontecimiento inaudito.
en el giro de una ninfa en el aire vértigo letal
se origina el poema
una ninfa es nigromante
no espectral como una musa
la eternidad está en su respiración en su poesía
una musa queda suspendida
en el revés del pliegue
en la voz de un hombre que quiere
ser dueño de su estremecimiento
la ninfa habita el tiempo tiene una vida más allá
del centro
del hombre perdido en ella ya es un cerdo
se despeña y se ríe sabe que su eco
no tiene por qué escucharlo Narciso
la ninfa danza
la musa se cristaliza la ninfa se desangra la musa niega el vacío la ninfa encuentra justo allí
su plenitud.
las ninfas no las musas matan al poeta y escriben su mejor fábula
FEDRA (Pintura sutil)
Miro:
los huesos dispersos del monstruo la sangre también
es del Minotauro
¿la ves?
Yo pude verla
sobrevolando el laberinto.
Ningún dios escuchó los gritos
ni evitó el rapto a plena luz del día. Ariadna se lamenta
está pálida
puedo verla
mientras huele
los restos del animal,
y su hombre se va
sin retrato
es
una silueta leve
se oscurece la imagen
ya no se ve
no
no.
Ahora sí soy la elegida:
Fedra.
El cazador
es el asesino estoy quieta sombra inmóvil ¿me ven?
FEDRA
(Grabado sobre metal)
Fedra
está sentada ahora
en el límite del cielo
que la cubre
(ningún dios respira sobre el mundo) su cabeza cae sobre sus manos teñidas de vino
de su boca entreabierta
sale una respiración sonora.
Como si durmiera despierta. Mientras…
Hipólito está cruzando el bosque
en sus ojos
ha herido a un siervo
Artemisa y sus ninfas lo escoltan Fedra se cubre la cara
no puedo llorar, dice.
Yo tampoco te digo
si llegan pesadillas
despertame
(no cuento todo lo que sueño).
Si me quitan las imágenes
y quedo muerta
¿cómo?
¿es él?
no
no
puede desvanecerse detrás de las lámparas viendo mi espalda tatuaje letal.
Ya llega
otra vez
el séquito espectral de Hécate. No
soy yo
tampoco
la que lo persigue
mirándolo
su caballo negro
está muerto
iluminado
es una extraña visión
como este poema que ella escribe. De todos modos
estoy abismada.
Soy Fedra.
FEDRA AMA A HIPÓLITO (Retrato sin claroscuro)
¿Me mirás?
soy yo la que habla
mi mal viene de más lejos.
Apenas me entregué al hijo de Egeo bajo la ley del matrimonio,
porque
soy
naturalmente trágica
no hay reposo
ni felicidad,
¿sabés?
Atenas me mostró a mi enemigo;
lo conocí,
palidecí al mirarlo;
cegada
me extravié
mis ojos no veían ya,
no podía hablar
amor
el mar se heló
y la noche ardida
en relámpagos
justo ahí
reconocí a Venus y
sus llamas temibles,
sus inevitables tormentos
y después
me convertí en piedra
y entonces
cubierta de sangre
creí apartarlo
con mis votos asiduos
le edifiqué un templo y
procuré olvidarlo
cavé mi tumba
yo misma,
encendí el fuego
esperé
rodeada de víctimas a toda hora, almas
quemé el incienso sobre las aras: cuando mi boca imploraba su nombre, inicié el ritual
yo
yo
yo
adoraba a Hipólito;
y viéndolo al pie de los altares,
todo lo ofrecía a ese dios
(a quien ni siquiera osaba nombrar)
lo evitaba en todas partes.
¡Qué desgracia!
Ciega
otra vez el eco
mis ojos volvían a encontrarlo en los rasgos de su padre
de mi padre
de su padre
de mi padre.
Por fin quise rebelarme contra mí misma; animé a mi corazón a perseguirlo.
Para desterrar
a mi enemigo idolatrado
fingí los enojos
de una madrastra injusta:
apuré su destierro,
y mis eternos clamores
lo arrancaron de la patria
y de los brazos de su padre
(estoy en el aire).
Respiré,
y desde el día de su ausencia,
mis horas, menos agitadas, transcurrieron inocentes.
(No es mi culpa si te resulto peligrosa).
Escribí ese verso,
apagué la lámpara
sin parpadear me acerqué al espejo y otra vez
abismada
pude ver
sumisa
a mi esposo, y ocultando mis tristezas,
cuidé a los hijos de su fatal enlace.
Pero la furia del mar es eterna
no es una sentencia
es un devenir
conducida al destierro por mi propio marido, volví a ver al enemigo
le hablé
mi herida demasiado viva
sangró inmediatamente.
Es el deseo el que me vuelve rapaz
como te gusta a vos
aunque te alejes oscuro
ya no es un ardor escondido.
No
No
es otra visión:
ahora
Venus toda,
está íntegramente
adherida a su presa.
Esta es la profecía:
¿me creés?
he concebido un justo terror por mi crimen; odié la vida y
me horrorizó mi pasión
muriendo quería resguardar mi honor
y ocultarla de la luz,
pasión tan negra;
no he podido resistir tus lágrimas,
tu asedio;
he confesado todo;
y no me arrepiento,
nunca
desde entonces
tengo problemas con el engaño ante la proximidad de mi muerte por favor
no me aflijas más
con injustos reproches,
que tu compasión deje de invocar un resto de calor
pronto
ya extinguida
soy
trágicamente
Fedra
¿te acordás?
resplandor
los árboles están sin frutos
el cielo se cierra
¿me comprendés?
no sé.
FEDRA (Boceto final)
Fedra
se va.
Tiene sus oídos heridos
los dioses ven y escuchan a los lejos
y ella es infiel.
¿Cómo puede una mujer no serlo?
Un fuego apagado
la alumbra
tenuemente
llega el anuncio
cansada
de alejarme de las ciénagas
cruzo el bosque.
¿Quién sabe hasta dónde me hubiera llevado ese dolor? me acuso
quizás,
si no me faltara la voz,
la verdad se me hubiera escapado.
Y soñé lo mismo
te cuento:
Imágenes del naufragio
(poema interior).
Cuando el mar desata su tormenta más intensa,
un relámpago nos cruza y
abre el cielo:
revelación en tu abrazo extendido
que nos salva del naufragio.
En ese momento se desplegaron
todas las constelaciones
y los planetas brillaron armando figuras; también las velas de tu barco
flamean espectrales.
La marea lleva un oleaje sereno
que se instala en tus ojos,
tristes los míos,
miradas que alumbran.
La estela que deja la espuma
en la orilla,
trae nuestro amor antiguo
que es calma y desasosiego.
“Suspendé el tiempo para mí”- te digo.
Entonces
en el fulgor del instante
fluimos
tan secretamente…
Y en el umbral de esa suspensión infinita nos contemplamos
una y otra vez.
Las estrellas son:
destellos,
imágenes de mí que vuelven
a tu memoria
como rayos.
Sos navegante
de océanos aguamarina. Te veo
y te sigo…
Epifánica
visión la nuestra
que nos empuja al deseo más verdadero tal vez el único posible
no sé.
Fatigados los cuerpos,
somos
náufragos
ahora.
No importa,
el paisaje
se enciende
para nosotros
en plena noche,
la luna quiere
que flotemos juntos,
“puedo salvarte de tus pesadillas”- dijiste. Yo te creo.
En la sombra iluminada
nos encontramos,
en el revés del tiempo
volvemos a amarnos.
Y ese momento es la eternidad.
En: Ninfas (no musas) (2015) Buenos Aires Poetry, Buenos Aires.
Eugenia Straccali (La Plata, 1970). Poeta, editora, dramaturga y crítica literaria y Magister en curaduría de arte. Docente e investigadora especializada en poesía y teorías líricas. Miembro del Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria de la Fahce, UNLP (Argentina). Coordinadora general de la editorial y plataforma web Vuelo de Quimera, territorio de artistas. Cursa la última etapa del Doctorado en Letras y la Maestría en Curaduría de arte. Ha publicado: Ninfas (no musas) (Buenos Aires Poetry 2017); El alfabeto de los árboles (Ediciones en Danza, 2018); ¿Por qué no hablan las sirenas?, (Prueba de Galera editoras 2019); Para escuchar la música del poema, Buenos Aires Poetry, 2019).Es coordinadora del Atlas de la poesía argentina I (EdULP, 2017) del Atlas de la poesía argentina II (EdULP, 2019) y del libro de ensayos Derivas insulares (Vuelo de Quimera, 2020) Coordinadora de la Antología de la Poesía Federal de la Pcia de Buenos Aires (2019); Soy Bruja (Ediciones en Danza, 2020); Medusa (Vuelo de Quimera, 2021). Compiladora de Iluminado artificio sobre la poesía de Mercedes Roffé. Fanzine La desesperación por las flores Vuelo de Quimera (2022); Ojos fríos (2024) (Edición Vuelo de Quimera); participó en distintas antologías de poesía nacionales e internacionales En este momento está preparando una libro de estudio crítico en editorial Pretextos sobre la obra de Chantal Maillard.
————————————————
DIEGO COLOMBA
Las cosas que sientes a través de la carne son partes
de un todo, pero desconoces el todo cuyas partes son;
sin embargo, te deleitan.
San Agustín
No llamés mentiroso al sol
Una triste tierra —inmune a tus congojas— se extiende
bajo tus pies.
¿Cuántos días necesitarás para ensancharte como aire en el aire?
Las constelaciones están mudas durante el día. Quizás, por la noche,
esas manchitas rojas o amarillas te digan con justicia el porvenir.
Ser, amar, adorar. Te pasaste la vida removiendo una rara arcilla.
Como las vacas estercolan y las abejas zumban. El año con cada minuto
de angustia recorre el cielo. Hay quienes apartan la mirada
de las nubes.
Las ricas espigas dejaron rastrojos que ardieron en la tierra purulenta.
¡Qué lejos alumbran los pastizales patrios! ¡Qué sabrosos
cantos reclamaban!
Mientras tanto un Dios vela noche y día por los campos.
Hace pequeños
milagros que se arruinan en contacto con el aire.
***
Un cielo incierto
Hay que dejarle tierra a los pastos. Y vino a los meses tardos.
Pensás mientras truena el tractor y el viento se lleva el olor
a combustible. La mala tierra se satura de excrementos.
Muge el toro bajo el sol. Crispa el aire el yuyal espontáneo.
Soñás con quitarle la maleza al campo ocioso (quemarla
para que ardan los defectos). Con ahuyentar las pestes
que habitan por doquier. Si ya está el ganso haciendo daño
en la neblina. El pájaro insaciable que se espanta con el ruido.
Y el cuis parecido. La liebre. El sapo. El ratón que vive
bajo tierra y el topo ciego. Los gorgojos y las hormigas.
Como sombras que convergen en el fuego humildísimo
de un futuro en común.
***
Echarse al abandono
Mientras pululan los castaños. Lenguas y leguas
y cien bocas que cantan esta poesía silvestre.
Los eucaliptus se levantan hasta el borde de la luz
y nuestros pies se hunden en la tierra arenosa.
Los cálidos recuerdos ya son botín de los pájaros.
Entre luces y sombras el árbol fructifica dos veces.
Aun en las tierras difíciles en las que abundan las piedras
y los matorrales duros y los graznidos del cuervo.
Una tierra negra y grasosa respira en la costra venidera.
Dios nos hizo para sentirse menos solo y ahora nos voltea
con su reja. Entremos por fin en la noche junto al fuego.
Descansemos en la sombra más larga y más serena.
***
Las cañas se cortan mejor durante la noche
En verano mortifican los aguijones del sol
pero los vientos frescos de la noche dan respiro.
En tu mente hace un tiempo ajeno sin embargo.
Es el minuto cegador del sueño. Afuera está el rocío.
La liebre orejuda corre por campos celestes. Parece
todo fábula que se diluye en las puertas del día.
El sueño de algo irremediable nos quita las lagañas.
Nuestras narinas recelosas ya olfatean la brisa.
***
Todo progresa hacia el espíritu
Se corrompe el nogal ayudado por las lluvias
del invierno. También declinan nuestras almas
corruptibles. Pero lo que siempre vive chispea
en el polvoriento centro. Se levanta un altar
de piedra rodeado de gallinas. Zumban las moscas
inestables del verano. ¿Quién sembró la cizaña
dentro mío? ¿Esta sed insaciable
de durezas duraderas?
***
Tirando piedras contra el muro
Mi ojo tapado pide más luz entre achicorias.
Mi ojo descubierto toca la fragilidad aparente
de lo vivo. Perdidamente me enamora la materia
declinante del mundo. Pero más devoto aun
de las cosas plenas desentierro algunas piedras.
Las arrojo una a una contra la linde atapialada.
Así pruebo la gravedad del mundo. Resonante
y misteriosa. La más dura consistencia.
***
Tiempo pretérito perfecto
Hay un nogal frondoso en el confín de mi tierra natal.
Vivimos exiliados en la agitación de la intemperie.
Alcanzados por el fuego los robles predicen la desgracia.
Los cachorros destetados recorren tu pedazo de tierra.
Afortunado viejo: dejás estar las frutas del árbol
de la quinta, los desconocidos pastos, los olorosos
hinojos, los conejos, las jaulas. Tomando el frescor
de la sombra de ese sauce amargo. Masticás
con pocos dientes castañas blandas y queso
en abundancia. Mientras tu tejado en lontananza
humea como un hálito que husmea en las alturas.
(…)
La edad se lleva todo, incluso la memoria
Acostumbraba enterrar largos soles cantando. Tantas
poesías están ya olvidadas. No cantamos a los sordos:
el humedal todo nos responde. Nos dejamos ganar
por el amor. Feliz quien ha podido conocer las causas
de las cosas y ha pisado miedos. Aunque sea sin gloria
que ame yo la laguna y los patos y la luz en la resaca
y su baba melancólica perdida. Cantaba tejiendo una
canasta con ramitas de malva a la rana en el barro
a la hormiga que sube por los tallos al ganso que ha
graznado. Levantémonos ahora. La brisa del pasado
puede ser dañina.
***
En estos días oscuros
No deja de salir sangre del pozo ni de hacer eco el aullido
del zorro. Se vio un refucilo en un cielo pelado. El cuarto se
ha llenado de cucarachas amigas de lo oscuro. La mosca
ociosa acecha el plato. La calaña de las polillas o la araña
hacen lo suyo con trapos y cajones. Tanto miedo tenemos
a perder la vida. ¿No será, como la muerte, un espejismo?
Diego Colomba (San Nicolás, Santa Fe, 1972). Profesor y licenciado en Letras, y doctor en Humanidades y Artes, con mención en Literatura. Colaboró con reseñas, notas y entrevistas en el periódico El Eslabón, el diario El ciudadano & su región, el diario digital Redacción Rosario, en los suplementos " Señales" y “Más” del diario La Capital, la revista Diario de Poesía y en la sección reseñas de Bazar Americano. Dirigió el sitio web de prensa literaria Letracosmos. Fue uno de los responsables de Salón de Lectura, sección de escritores del banco sonoro Sonidos de Rosario. Artículos, entrevistas y poemas de su autoría integran diversas antologías. Seleccionó y prologó Imaginarios Comunes. Obra periodística de Fernando Toloza (Córdoba, Editorial Recovecos, 2009). Publicó Letras de Rock Argentino (Editorial Académica Española, 2011), Baja tensión (Rosario, Editorial Municipal de Rosario, 2012, mención en el Premio Municipal de Poesía Felipe Aldana 2011), Mesa de novedades. Poesía y narrativa del presente (Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, 2013, premio obra inédita del Concurso Provincial de Ensayo Juan Álvarez 2012), Desaire (Buenos Aires, En Danza, 2014), Inmemorial (Rosario, Baltasara Editora, 2015), Chispero (Rosario, Libros Silvestres, 2016), El largo aliento (Córdoba, Alción Editora, 2016), La hospitalidad del mundo (Pueblo Esther, Fiesta Ediciones, 2017), Papá trajo a casa un Cuatro Ele (Barnacle, 2018; Mención Honorífica Premio Provincial de Poesía José Pedroni. Obra Editada, 2019), Blanco a la cal (Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2019; Mención Honorífica Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen 2019), Platillos volantes (Rosario, Libros Silvestres, 2019), El lado de la sombra (Barnacle, 2020), Poetas que regresan a la patria de la infancia (Barnacle, 2021), Los sonidos que deambulan en nosotros (Barnacle, 2022) y Los malos hábitos (Barnacle, 2023), Fotones que se enamoran de electrones (Buenos Aires, Ediciones op.cit., 2024 y Carne sola (Barnacle, 2024))en poesía; Platillos volantes (Rosario, Libros Silvestres, 2019) y De tanto quemarse al sol (Rosario, Brumana Libre, 2021) en narrativa.
————————————
MARÍA CASIRAGHI
Hago magia.
Con agua hirviendo mojo mis cuadernos
y de las letras salen vapores de palabras.
Hago magia con un sombrero
le digo al oído que estoy enamorada
y de las plumas de su paloma dormida
brotan los primeros amores
y todo el público sonríe recordando.
Hago magia con una fotografía
aprieto las manos de dos viejas amigas
y salen del marco
incoloras
abrazándome
cara a cara
sin aquello que nos separó
que todavía duele
y no tiene remedio.
De eso se trata la magia
volver atrás
sin retroceder
tomar el pasado con las manos
y cambiarle la voz
hasta hacerlo desaparecer.
Ahora
hago magia
con todas las cosas de la casa
y lo que estaba quieto
comienza su transición.
Se mueven las hojas
afuera
y adentro
todo se mueve.
Las heridas
se evaporan en el cuerpo
y cambian de lugar
en los objetos.
El efecto es rotundo
y ya no es magia
es poesía.
***
LOS PADRES
Entrar por atrás a la casa sin avisar a nadie,
mirar por la ventana de afuera,
como una espía.
Ver así, a tus padres de espaldas
mirando la televisión a medianoche,
sus nucas siamesas
atestiguando la misma balsa
los mismos duelos de vaqueros
mientras afuera gira el mundo su ruleta rusa
ellos se resguardan
en su casa de leche y su sillón de azúcar.
Ya ni recuerdas por qué has ido.
También tienes tu película,
frente a tus ojos.
La película más larga de tu vida.
Ellos, en esa casa tan grande,
tan silenciosa, esa que antes desbordaba.
Ellos, se están dando la mano
tienen el pelo blanco
quizás se han peleado esa tarde,
quizás todavía estén peleando.
Verlos así, tan claramente
y no poder mostrarles el espejo
ni girarles
el sillón
el infinito.
***
DESIGNIO
Se le cae el pelo
a la reina
se le cae, aunque sea reina.
El designio de la reina es ser calva.
Todas las reinas lo son.
El pelo
del color que sea
con los años se deshace
como ropa de muñeca.
El destino del pelo de la reina
es siempre infinitivo:
vivir para verlo caer
reinar
para que parezca eterno.
***
CÓNDOR
II
¿Por qué no siente la amargura del exilio?
haber sido profanado
cambiar de cruz
de alimento
inquebrantable
sigue su rutina
desde el nido
al mar
del mar al basural de los humanos
del basural
al cielo.
Hay que mirarlo
una vida entera
verlo volar
y lavar el hambre de todas las religiones.
Si el confín del cóndor es el cóndor
su cuerpo, en el cielo, es el único límite de dios.
EL TIEMPO SE ACABA
El tiempo se acaba
sopla el ventanal contra mi espalda
una cortina se infla y se desinfla
el viento es un aviso
una señal.
El tiempo se acaba
todos los días
y yo me burlo de mí
tan anacrónica
me burlo y celebro
mi sereno despertar
sólo suenan
caballos ahí afuera
forajidos del pasado galopando en mi puerta
este sea quizás
el disfraz de todo fugitivo
una bandera blanca
que se rinde
adentro nuestro.
Los domingos amanece más tarde
las personas se demoran en bajar a la calle
la ciudad se desintegra en una niebla azul
y junto a ella
desaparece
el hospital negro
donde pudimos nacer.
El tiempo se acaba
yo aquieto mi paso
y leo las noticias como mensajes del más allá.
El olor del incienso
me sumerge en una iglesia
donde ora un piano solo
por el alma de las tortugas
el ritmo de los caracoles
y la suavidad elástica de las abuelas.
El tiempo se acaba.
A cada instante
se está muriendo el tiempo
y yo tejo
con agujas eternas
tejo la sombra del mundo
despacito
despacito
y la pongo a salvo.
María Casiraghi (Buenos Aires, 1977) Poeta, narradora y periodista. Autora de más de una decena de libros; en poesía los más recientes son Música griega (2019) y El Tao de las palabras (2021) publicados por Ed. en danza, Buenos Aires) y Escaleras Abajo (2022, Alción Editora) así como de una antología personal titulada Vaca de Matadero (2017, Ed. Summa, Perú) y de Bandera Blanca – Selección Poética (2022, Ediciones Caletita, México). Como periodista, es autora de Retratos, Patagonia Sur y Patagonia Sur- Santa Cruz-Argentina (2000, G.A.C, Buenos Aires) y en narrativa publicó el libro de relatos Nomadía (2010, Editorial Monte Ávila, Venezuela) y la novela Otro dios ha muerto (2015, Alción, Argentina). Integra diversas antologías nacionales, entre ellas La Erótica del Relato (Adriana Hidalgo, 2009), antología de escritores de la nueva literatura argentina, Poesía Argentina Contemporánea (Fundación argentina para la poesía, Buenos Aires, 2019) Antología Federal de Poesía – Región CABA, (CFI, Buenos Aires, 2019). Integra también diversas antologías internacionales, a destacar: La primera línea, poesía iberoamericana (Ministerio de Cultura y Editorial Summa, Lima, 2021). Su poesía ha sido traducida al portugués, inglés, francés y griego.