Un ataque armado perpetrado en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México cobró la vida de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, y de José Muñoz, asesor cercano del mismo equipo. El atentado ocurrió en un cruce transitado de la Calzada de Tlalpan y la calle Napoleón, en la colonia Moderna, y de acuerdo con información preliminar, fue una agresión directa perpetrada por sujetos a bordo de una motocicleta.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, visiblemente consternada, confirmó los hechos durante su conferencia matutina y expresó su solidaridad absoluta con Brugada y con los familiares de las víctimas. “Todo el apoyo que requiera la jefa de Gobierno para la investigación y para llegar al fondo de esta situación. Que no haya impunidad”, declaró con firmeza.

El Gobierno de la Ciudad de México confirmó el deceso de los dos funcionarios mediante un comunicado oficial en el que también anunció que ya se iniciaron las investigaciones correspondientes, en coordinación con la Fiscalía General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Se están revisando las grabaciones de videovigilancia de la zona, incluyendo cámaras del C5, para dar con los responsables. “Los agresores serán detenidos y deberán enfrentar a la justicia”, afirmó el gobierno capitalino.
Ximena Guzmán y José Muñoz formaban parte del círculo de confianza de Brugada, quien apenas hace unos meses asumió el gobierno de la capital tras su victoria electoral. La violencia contra altos funcionarios no solo representa un duro golpe emocional para la administración, sino que también reabre el debate sobre la seguridad en las principales arterias de la capital. La zona donde ocurrió el ataque —una vía rápida, cercana al Metro Xola y con alto flujo vehicular y peatonal— es considerada estratégica en términos de vigilancia urbana.
Este doble homicidio no se percibe como un hecho aislado, sino como una señal de alerta en un contexto en el que los ataques contra servidores públicos —especialmente mujeres en puestos de liderazgo— han escalado en los últimos años. La Fiscalía local no ha descartado ninguna línea de investigación, y de acuerdo con fuentes extraoficiales, se están considerando móviles políticos y del crimen organizado.
¿Quién era Ximena Guzmán?
Guzmán, además de ocupar un cargo clave en la administración de Clara Brugada, era una mujer profundamente interesada en la cultura, el medio ambiente y el deporte. Corría, andaba en bicicleta, practicaba atletismo y compartía en redes sociales imágenes de sus viajes, así como de su afición al cine, las flores y una huerta orgánica urbana que ayudaba a mantener. En su perfil de Facebook era frecuente ver publicaciones sobre las actividades de Brugada y de la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien también apoyó políticamente desde sus funciones institucionales.
Formada como socióloga en Francia, Guzmán obtuvo su licenciatura en Sociología en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de París en 2010, tras haber cursado la preparatoria en la Escuela Nacional Preparatoria Antonio Caso de la UNAM, en Coyoacán, y haber estudiado antes en el Liceo Mexicano Japonés.
Su oficina se encontraba en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, ubicado en Plaza de la Constitución #2, en el corazón de la capital. Era una figura respetada dentro del equipo de gobierno y una profesional comprometida con las causas sociales. Su asesinato ha sido interpretado como una afrenta directa al nuevo gobierno capitalino.