Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México registró una de las reducciones más significativas de pobreza en las últimas décadas. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 13.41 millones de personas salieron de esa condición entre 2018 y 2024, una disminución que, según especialistas, responde en buena medida a la implementación de políticas públicas enfocadas en la redistribución del ingreso y la ampliación de derechos sociales.
En 2018, al inicio del sexenio, 51.9 millones de mexicanos —41.9 por ciento de la población— vivían en situación de pobreza. Para 2024, esa cifra se redujo a 38.49 millones, equivalente al 29.59 por ciento del total, lo que representa un cambio estadístico relevante y, para el gobierno federal, una confirmación de que sus programas sociales tuvieron impacto directo en los sectores más vulnerables.
El informe, presentado este miércoles, marca la primera vez que el Inegi difunde el reporte oficial sobre pobreza multidimensional, luego de asumir esta tarea tras la desaparición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval). La medición considera no solo el ingreso económico, sino también el acceso a servicios y derechos como salud, educación, vivienda digna y alimentación suficiente.

Entre 2022 y 2024, el avance fue aún más notorio: 8.31 millones de mexicanos dejaron de ser pobres en apenas dos años. Este comportamiento coincide con la etapa de recuperación económica posterior a la pandemia y con el fortalecimiento de programas como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, las becas Benito Juárez y los apoyos directos a comunidades rurales.
Para el Inegi, la metodología de pobreza multidimensional refleja una visión más completa de las carencias de la población. La fuente principal para este análisis es la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), publicada cada dos años, que detalla no solo cuánto gana la gente, sino cómo accede a los bienes y servicios esenciales.
Desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador ha defendido que la mejora en estos indicadores es resultado de un cambio de enfoque en la política social, centrado en entregar apoyos sin intermediarios y priorizar a las comunidades históricamente marginadas. Críticos, sin embargo, señalan que si bien la reducción es real, persisten brechas significativas en pobreza extrema y en desigualdad regional.
El Inegi subrayó que, pese a la disminución, la cifra de 38.49 millones de personas en pobreza sigue siendo un desafío estructural para el país. Además, el organismo recordó que la pobreza es un fenómeno multifactorial que depende de variables económicas, sociales y demográficas, por lo que su combate requiere continuidad y ajustes constantes.