Claudia Sheinbaum ha confirmado que en septiembre su gobierno instalará un grupo de trabajo para elaborar una propuesta de reforma electoral. Aunque no se ha establecido una fecha para su presentación, la presidenta dejó claro que no se aplicará para la elección intermedia de 2027, sino más adelante. El eje de la propuesta será la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, con el objetivo —según dijo— de reducir el gasto público y reforzar la legitimidad democrática mediante el voto directo.
Sheinbaum subrayó que su propuesta no tocará la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE), al cual reconoció como una institución que debe mantenerse autónoma. Sin embargo, cuestionó el gasto que implica mantener el sistema actual y, en particular, la existencia de legisladores que acceden al Congreso sin haber hecho campaña ni tener contacto directo con la ciudadanía. “Queremos que siga habiendo elecciones limpias, democráticas. Es falso, falso, falso que seamos un gobierno autoritario”, declaró, al tiempo que defendió la legitimidad de su propuesta.
¿Qué son los plurinominales?
Actualmente, el Congreso de la Unión está conformado por dos tipos de legisladores:
- Diputados de mayoría relativa (uninominales): son 300, electos directamente por voto en distritos electorales.
- Diputados de representación proporcional (plurinominales): son 200, asignados con base en listas que presentan los partidos políticos en cinco circunscripciones regionales. El número de curules que obtienen depende del porcentaje de votos que obtienen a nivel nacional.
En el Senado, el modelo es similar. Por cada estado se eligen dos senadores de mayoría (el partido más votado), uno de primera minoría (el segundo lugar) y hay 32 adicionales elegidos por representación proporcional nacional.
El sistema de representación proporcional fue introducido para garantizar la pluralidad del Congreso, evitando que una fuerza política con mayoría relativa se impusiera sin contrapesos. No obstante, también ha sido criticado por permitir el acceso al poder de políticos sin arraigo local o sin someterse al voto ciudadano.
Lo que propone Sheinbaum
La presidenta fue clara al afirmar que considera necesario eliminar los plurinominales, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. En su visión, todos los cargos legislativos deberían ganarse en territorio, mediante el voto directo. Criticó que algunas figuras políticas, sin trayectoria reciente en el país o sin trabajo local, sean colocadas en los primeros lugares de las listas partidistas y lleguen al Congreso sin una campaña previa ni contacto con la ciudadanía.
“Esa idea de estar seis años fuera de México y de repente regresar y ser el número uno de la plurinominal, ¿cómo?”, ironizó Sheinbaum, en una alusión evidente al excandidato presidencial Ricardo Anaya, quien encabezó listas del PAN en años recientes tras un prolongado periodo fuera del país.
La mandataria aseguró que no prevé resistencias por parte de sus aliados —el Partido Verde y el Partido del Trabajo— porque todos están de acuerdo en que el contacto directo con la ciudadanía debe ser el camino legítimo para ocupar un cargo público. Su planteamiento busca fortalecer la legitimidad de los legisladores y acabar con prácticas partidistas que privilegian cuotas internas más que méritos territoriales.
¿En qué se diferencia de la propuesta de AMLO?
En abril de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su propia iniciativa de reforma electoral, que también buscaba reducir el número de legisladores, pero lo hacía con una lógica completamente distinta: eliminaba los distritos uninominales y dejaba únicamente legisladores electos por representación proporcional, aunque en listas nacionales y con un diseño diferente al actual.
Es decir, mientras AMLO proponía un Congreso completamente proporcional, Sheinbaum sugiere lo contrario: eliminar la representación proporcional y mantener solamente los cargos de mayoría relativa. El punto en común es la intención de reducir el gasto electoral y el número de legisladores, pero el método y el modelo democrático que proponen son distintos.
El debate de fondo
Eliminar a los plurinominales podría tener consecuencias de gran calado para el sistema político mexicano. Por un lado, implicaría una representación más directa y fortalecería el vínculo entre legisladores y ciudadanos. También podría reducir el gasto público, como lo ha señalado Sheinbaum.
Por otro lado, eliminar la representación proporcional podría debilitar el pluralismo político, al dejar fuera del Congreso a partidos con baja votación nacional pero con apoyo significativo. El sistema actual, aunque criticado, permite la inclusión de minorías que de otra forma quedarían sin voz en el poder legislativo.
La discusión también tocará temas sensibles como la sobrerrepresentación, la equidad entre regiones, y el rol de las dirigencias partidistas. La propuesta de Sheinbaum abre así un nuevo capítulo en el proyecto de transformación institucional del país, con un enfoque que privilegia el contacto directo con el electorado sobre los acuerdos cupulares.
¿Qué sigue?
La presidenta reiteró que la propuesta será trabajada por un equipo técnico a partir de septiembre y presentada para su discusión pública más adelante. A diferencia de otras iniciativas, esta no será inmediata ni aplicará en el corto plazo. Se trata, más bien, de preparar el terreno para una reforma de largo alcance que redefina las reglas del juego legislativo en México.
En suma, Claudia Sheinbaum ha recuperado una de las reformas más ambiciosas del proyecto de la 4T, pero con un giro importante respecto a lo que planteó López Obrador. Eliminar los plurinominales representa una apuesta política de alto calibre, que plantea una pregunta central para la democracia mexicana: ¿puede haber pluralismo sin listas proporcionales? La respuesta, como todo en política, dependerá del equilibrio entre representación, legitimidad y gobernabilidad.