La fuga de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante el gobierno de Adán Augusto López Hernández, ha detonado una crisis de alto voltaje dentro de Morena. Acusado de ser uno de los fundadores de una célula criminal vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación, Bermúdez salió del país el pasado 26 de enero rumbo a Panamá, y su orden de aprehensión fue confirmada por el Gabinete de Seguridad apenas esta semana.
Las implicaciones políticas del caso han escalado rápidamente, sobre todo porque Bermúdez fue uno de los hombres de mayor confianza de Adán Augusto, actual senador de Morena y exsecretario de Gobernación del presidente Andrés Manuel López Obrador. La dirigencia nacional pareciera haber reaccionado más por necesidad que por convicción, pero no fue así. En el fondo hubo otro mensaje. María Luisa Alcalde, presidenta de Morena, aseguró que no habrá impunidad, y que quien haya cometido un delito será sancionado, sin importar su cercanía con el poder.
Lo que Alcalde realmente dijo, sin decirlo directamente, es que Morena no va a defender a Adán Augusto. El solo hecho de que el tema se aborde en conferencia nacional revela que el escándalo podría tocar fibras profundas del movimiento.
Adán Augusto fue uno de los funcionarios más cercanos al presidente López Obrador durante el sexenio pasado. Fue su operador político, su interlocutor con los gobernadores, su delfín encubierto. Incluso después de la elección interna, su cercanía con el núcleo fundador de Morena no se ha debilitado del todo. Por eso, su eventual implicación —aunque sea política, no penal— plantea un dilema serio para la dirigencia nacional del partido: ¿están dispuestos a romper con los suyos cuando la sombra de la corrupción cae tan cerca?
El asunto se complica aún más cuando se considera la presencia de uno de los hijos del expresidente en el círculo cercano de la presidenta del partido. La independencia de criterio de la dirigencia podría ponerse en entredicho si el caso escala y la cúpula responde con evasivas. Hasta ahora, el discurso es claro: no habrá protección. Pero la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace aún está por comprobarse.
Además, el escándalo salpica a la senadora chihuahuense Andrea Chávez. La legisladora ha sido señalada por utilizar ambulancias de la empresa FMedical en su promoción territorial en la sierra de Chihuahua. El problema es que esa empresa es propiedad de Fernando Padilla Farfán, contratista ampliamente beneficiado durante el gobierno de Adán Augusto, tanto en Tabasco como en Chiapas, donde su cuñado Rutilio Escandón fue gobernador.
Si el escándalo alcanza a Chávez, es porque en los últimos años ha quedado claro que su padrino político es don Adán. Podría desencadenarse un efecto dominó, conocido como desgaste por asociación, que ocurre cuando las figuras cercanas a un líder también pierden credibilidad o reputación, aunque no estén implicadas directamente. Incluso la morenista podría verse afectada simplemente por lo que se denomina “tóxico por cercanía”, una expresión coloquial que significa que la sola proximidad a un personaje corrupto es suficiente para perder legitimidad.
Entre 2021 y 2023, FMedical recibió más de 2 mil millones de pesos en contratos por la renta de unidades móviles de salud y servicios farmacéuticos. Una de esas unidades, con placas de Chiapas, fue localizada en Chihuahua durante una gira de la senadora. Aunque no hay una acusación formal contra Chávez, el vínculo es suficiente para exigir respuestas. ¿Quién autorizó el uso de esas unidades?, ¿bajo qué contrato?, ¿hubo recursos públicos involucrados?, ¿existe relación directa entre Padilla Farfán y la promoción política de la senadora?
El caso Bermúdez pareciera estarse convirtiendo en algo más que una investigación penal. Se está transformando en una prueba de fuego para el partido en el poder. La dirigencia insiste en que no habrá impunidad, pero el verdadero reto no será sólo judicial, sino ético y político. ¿Tiene el partido la voluntad de romper con quienes ayudaron a construirlo si se comprueba que participaron en redes de corrupción? Al tiempo.