MARITZA KUSANOVIC VARGAS
Río de sangre
Yo nací roja
Yo nací roja igual que las manzanas y los labios en los labios
Yo nací roja encarnada y muy viva
por eso cicatrizo con facilidad Y las cicatrices
me recuerdan la fuerza de los ríos y el maltrato
Yo nací roja para doler y con dolerme no basta nunca basta
Yo Nací Roja con el fuego y la sangre en una mano
Yo nací roja Y cuando me abrieron los dedos
prendió la brasa Y dijo que no las letras
que no los números La primera línea
me entró con sangre y mundo
Y la poesía es un acto de sangre
y me sangraron la primera línea
Y la sangre tira Y no es linaje y no es raza
Y la sangre tira Y no es familia
El rojo de mi sangre
Cuando sangre sangrarán conmigo
*
Madre todos estos años
paseando el útero de aquí
allá el óvulo haciendo
un rojo un sepia un negro
Cada uno se rompe
como puede madre
he visto cosas
La belleza y yo nos separamos madre
Nunca fu niña No tuve dolor
No arrastré peso de alas
solo esta línea que me parte
y ordena
mitad pacífica mitad atlántica
madre
adaptarse es acostumbrarse al muro
Este músculo de pared pensada
Pensar que a veces
tengo suerte y me desgarro madre
y parece una boca de salida
Y esta mano no arde La húmeda
del interior siempre extranjero
Porque los ojos no quieren abrirme
abro los ojos madre
la herida mancha la mesa
Casi una palabra
Casi oída
Donde cae la gota respiro
Y también es falso madre
*
Cada uno arrastra su propio cadáver
Lo lleva hasta la orilla Y allí lo empuja
a ver si vuela el corazón Si no vuela
es un pez Y lo lleva
al mar muerto Allí lo suelta
a ver si profundiza
y vence las corrientes
Si el mar muerto lo rechaza
Uno arrastra su propio cadáver
Y lo pone al borde de la tierra
a ver si se agarra Si brinca
y nos marea Uno se deja
Y el corazón nos arrastra ahí
con la espalda caliente
ardiendo en el cadáver
Esta es la furia de la poesía
*
ME GUSTA LOS LUGARES COMUNES
me gustan los lugares comunes porque están jodidos y en ellos la gente se sacude como la gente y se ama como la gente y se mata como la gente
me gustan los lugares comunes porque en ellos todos nos declaramos inocentes del cuerpo y somos absueltos
me gustan los lugares comunes y el mal gusto con sus labios en la boca muerta y cayendo en el decir Vida Amor Adiós
DE CÓDIGOS Y CARACTERES DESCONOCIDOS
ell@s se amaban no con la palabra-cuerpo
no con el cuerpo-amor no con el amor-entendido
Se amaban – no decían
no se alcanzaban no se explicaban
Ell@s se amaban no con la semilla
no con la germinación del amor ni los frutos
no con el examen ni el amor-promesa
Se amaban entre-tanto dentro y fuera
Entre tanto dentro y fuera de sí se amaban-mientras
Ell@s se amaban como quien desconoce todo y empieza
por los ojos y la boca y prueba como nunca el aire
[ell@s se amaban como si el amor los supiera Y supiera descifrarlos]
VICIO DEL LENGUAJE
el único lugar común donde podemos ser realmente libres es en la poesía. en ella hasta podemos ser asesinos si queremos. luego vendrán los especialistas del crimen a explicar el delito Y no estarán ni cerca de la obra No estarán ni cerca del espíritu ni del ADN ni del hijo No estarán ni cerca del espíritu ni de la creación ni del poseso El cuerpo se les negará aunque lo abran Y le separen la muerte y le separen la vida y las obliguen al diálogo- a la declaración- a la firma
LA RUTA DEL NOMBRE
Porque sólo el óvulo supo imaginar el mundo
Primero fui un tinte
El pastiche en la masa
Los padres bruñían y bruñían
hasta envolver los huesos
Ya está dijeron-dijo la placenta
ya está Porque los ovarios también
discuten la cosa La cosa fui yo
antes de mi boca La roja
que esconde el cuerpo
Antes de que mi boca dijera
este cuerpo es mío Y el cuerpo
la ocultara entre sus piernas
Lo cierto es que
nunca cultivé la boca
Alguna vez ella miró
desde la profunda
Miró llover y cerró los ojos
para no ver como la lluvia borra
lo que toca
Es dura la boca La boca no sueña
Tiene pesadillas El fuego no la
deja dormir-dice que la hoguera
Da testimonio y firma Dice
que siempre hay leña
Dice que siempre la queman
La boca también abrasa Tiene
un calor que marca y llama Tiene
una línea Y hay cenizas que escuchan
Y acuden Hay cenizas que pisan el hilo
en el lado más delgado de sus labios

Maritza Kusanovic Vargas, (Punta Arenas, Chile, 1965). Desde hace décadas, reside en Río Gallegos, Pcía. de Santa Cruz, Argentina. Ha publicado los libros de poesía “Erotema” y “Hullablanca”, y sus poemas se encuentran incluidos en antologías y páginas de difusión. Otros textos aún se encuentran pendientes de publicación. Integró el movimiento Canto Fundamento que agrupaba a músicos y poetas de la Patagonia argentina.
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JAN DE JAGER
21
D P M Botes Omdat ek jou lief het
porque te quiero
te voy a partir la cabeza en dos
de un hachazo
te voy a clavar rosas
en los agujeros de la
nariz y de las orejas pues
el amor muere
sin el condiment
o de la sorpresa
D P M Botes Plaas een wag bij elke hoek
cerrá las puertas
cerrá las ventanas
corré las cortinas
trabá la tranquera
desconectá la luz
apagá el fuego –
que el tiempo
ese ángel de la muerte
se crea que no,
no estás en casa
trad. 2004
22
Saudade palavra triste
corazón
no te me escapes
de tu jaula de costillas
sí, ya sé,
lo hacías en otro país, lejos de aquí
pero lo viste, no te engañas
eso sí apenas de refilón en plena multitud pero
lo viste
a ese que cada tanto –
a ese que tanto extrañas
y de quien debo protegerte
muchísimo más que de la misma muerte
2006
***
23
El amor brujo
Para abrir la puerta, suavemente empujo.
Bendita la suerte que a ti me condujo.
Te veo, te admiro, te abrazo y te estrujo.
Ardo de efusión, me estremezco y crujo.
Pulso de placer, ronroneo y rujo.
Tu cuerpo es un prostíbulo de lujo
y el sacudimiento que me produjo
fue como nacer, entre pujo y pujo.
-texto escrito en polaco por un monje cartujo
feliciten de mi parte al que lo tradujo-
***
24
Libertad
La satisfacción de la cocinera
la mesa grande, repleta,
rodeada de bocados en sabroso silencio
apenas interrumpidos para felicitar.
La gloria del arquitecto,
el mirador en la alta cúpula de vidrio azul
compartida en el tiempo
con los pájaros y el viento.
La libertad de la bailarina,
más liviana que su falda de tul:
gasa de fuego, aroma de aire y
de doncella, clavel de humo.
La alegría del trompetista,
esa nota
brillante y rota
tan aguda y suelta.
La plenitud del poeta:
que me leas
que me escuches
que algo entiendas
***
26
Versos escritos con birome roja
para Nélida Lanzieri
Bañadas en sangre,
nutridas de sangre
las neuronas tejen
sus hilos de palabras.
El pensamiento es sangriento
por definición.
Las neuronas tejen
sus hilos de palabras
batidas al ritmo
del corazón,
hiladas al ritmo
deshilachado
del corazón.

Jan de Jager (Buenos Aires, 1959). Vivió (y es egresado de Letras, UBA), en los Países Bajos, en España y en Bélgica. En la actualidad reside en Bruselas. Su obra literaria abarca los géneros de novela, cuento corto, poesía y teatro. Publicó Trío, Buenos Aires, 1997, Casa de cambio vols. I, II y III, 2004-2007, Grupo Editor Latinoamericano. Otras publicaciones son Noticias del setenta y cinco, novela, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 2009, y Let u maar niet op de rommel, editorial De Blauwe Engel, Malinas, 2010 (poesía en neerlandés). Ha traducido novelas, cuentos y poesía del inglés, neerlandés, afrikaans, francés, latín y griego clásico. Ha escrito piezas teatrales en neerlandés, que fueron estrenadas por el Rotterdams Centrum voor Theater. En 2018 apareció en Bogotá su traducción de la Antología Bonset de Theo van Doesburg y en Madrid, por Sexto Piso, la traducción completa de los Cantos de Ezra Pound. Se encuentran en preparación para ser publicados los Poemas Completos de E. E. Cummings. De su proyecto más reciente, Relámpagos, (textos breves e hiperbreves, 5 vol) el volumen 1 apareció por Viajera editorial de Buenos Aires, en agosto de 2014. En julio de 2016 apareció el vol. 2, en abril de 2019 el vol. 3 y en marzo de 2024 el vol.4.
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CÉSAR SUAREZ
Sobrevivientes
“Fuerte como la muerte es el amor”
Diana Bellessi
Hemos caído en la hondura
de las ausencias
fragilidad de corazones en la desdicha
profunda de esas pérdidas/
Oh madre
hemos levitado
ese jardín soñante de azaleas mustias
donde cae el durazno en la pavura
del viento
en la fuga de los gladiolos/
¿Acaso la higuera sabe del dolor
en la fértil oquedad de lo triste?
Quizás la tempestad de la dicha
recoja los frutos del perdón/
¿Será qué ha caído la historia
de esos castillos de naipes?
¿Se ha fugado esa indómita
razón de perder
la caricia del horizonte herido?
Ese jardín secreto esconde recónditas
lágrimas de emprender
la muerte/
desde ese tiempo
que consume la frágil
hondura de nosotros.
Oh madre
tú has llevado la cruz de dios
en lo indeleble de la vida/
Has coronado la resistencia
en una soledad que te carcome
en un junio de pandemia/
Hemos sobrevivido desde la orilla
del tiempo.
En las márgenes del pájaro azul
hay una herida.
(De: “En la huella azul del viento” – Ed. Municipal Chivilcoy – Ed. Sophie – Taller Flotante)
***
A mi padre Juan H. Suárez
La noche desnuda al silencio,
en tu sombra se refleja mi sombra.
Esa voz que te pertenecía es mi voz/
ya no me llamarás hijo / hijo.
Y he debido resignarme a la ausencia.
Sostener esa misma sustancia
que nos habita,
fuimos/ somos/ seremos.
Adeudamos tantas palabras
desde recónditos lugares
de no pertenecer/
Con el largo hastío del tiempo,
fui dándome cuenta de la despedida,
ese día de junio /
en el silencio de una noche
muy similar a la noche de hoy.
La víspera del olvido nunca acallara
tu recuerdo en mi derrotado corazón.
Resuena en mi ese cantar / vuelo de palomas
infinito día/ esperar un cuerpo.
Tu cuerpo yaciente
cuando las hojas caían bajo el cíclico tiempo / otoño.
Eras todos los límites rotos
juventud del espíritu, en la búsqueda intrépida
de detener eso imposible
deshacer la gravidez del tumulto de los años
en la irrefrenable desdicha del cronos.
Eras la leve orden de todos los sacrificios,
la serena urgencia del adobe,
esa ungida voluntad sin detener-
en el ardido valor de todos los deseos primitivos.
Eras la infinita mirada al cielo,
aquí, allá o donde la mirada vagaba
en lo errante de esos viajes
Eras libre tan libre
como esos pájaros que te pertenecían,
como en la sagitariana libertad del viento
esos instantes donde tu voz es tan / tan perteneciente,
a mi corazón y
cava en mi íntimo recuerdo el aullar de la noche
en aquel doliente junio.
¿Quién me llamará ahora hijo/ hijo, quién,
cuando tu voz ya no me acaricie, en todos mis sueños?
***
“Cercada. Atada por el aire, condenada (…)”,
Inés Legarreta
La desmemoria del embrujo
yace bajo la sombra
de los ateridos eucaliptus.
Bajo el poder de la locura
perdición /
– de la locura –
rendición de la carne.
Concebir la herida
desde el croar de los sapos
en la orfandad de la noche.
Bajo el alero quieto
de la resignación
de las horas muertas.
Hay una mujer que nos indaga
a Inés y a mí
desde el silencio
Pechos mudos gritan la hambredad
espesura estéril en la ardiente
escarcha
Principio contenido o postergación
de todos los finales inconclusos /
la condena.
*
IV
“Yo no sé de pájaros”, Alejandra Pizarnik
pero sí sé que hay una herida en mi territorio
un cielo irredento de aves prisioneras
ellas se resguardan en la inquietud
de todos aquellos ocultos deseos.
También sé que hay una senda de soledades,
atraviesan como un rayo a las pupilas
con toda su oscuridad
con el alba herida de fuego,
donde la equivocada noche
se inclina hacia la trinchera
hacia el dolor,
hacia lo atroz / mudo.
Ahí, arde ese deseo no correspondido,
soy rehén ahora de la mirada lastimosa,
la sedienta mano que espera.
Y el secreto está en los pájaros
late sobre su famélico vuelo /
hay una caricia que no me consuela,
un abrazo que no comulga,
y mi soledad tanta soledad
carcome
esta vida / muerte.
(De la antología “Alejanías” – Ediciones el Mono Armado – 2024)
“un instante sin muerte, un canto”
Susana Thénon
En ligereza de la sed / el cuerpo irrumpe
serenidad del agua.
Instante tribal de desnudez infinita.
Apenas lo indómito detiene eso fugaz
¿Acaso la memoria sabe el instinto del agua /
del cuerpo?
Diluye la terquedad en augurios /
en silencio
Un reloj decanta
breve historia del agua y la sed
al oír cada uno de sus latidos.
Ahora habitar ese líquido amniótico/
donde cada hombre / tiempo es vida / renacer
donde cada dentellada es fugacidad / revelación
de nuestra existencia
aceptar lo innegable
lo profundo del ser.
***
XI
¿La cartera de una mujer deshabitada?
Una cartera en un contenedor colgada
¿guarda desilusiones de amor?
¿O la pereza inquieta de una mujer de fuego?
Será la metáfora silenciosa
de un mensaje más allá de las palabras?
¿Qué secretos de amor se esconden en esa imagen?
¿Quién puede dejar así, una cartera
a mis ojos cazadores de instantes?
(quizás desilusión de vidas pasadas)
Origen de todas las Evas
en la sororidad de una/ ellas
otras mujeres
Tumultos de acciones primitivas / Adanes diezmados
secretos de mujer doliente / en cada espuria búsqueda
¿Hay una mujer dentro de esa cartera?
Ha guardado recónditos secretos de su vida
Ha dejado atrás a las cenicientas y
escapa de príncipes dormidos.
Gritar desde el poema
esas palabras que me habitan y
ya no puedo callar

César H. Suárez (Chivilcoy, pcía. Buenos Aires). Poeta, escritor. Autor de “En la huella azul del viento” (2021) de Ed. Sophie y Ed. Municipal de Chivilcoy. Gestor cultural de DelOeste Art. Chivilcoy – El espacio de las Artes -. Presidente de la Soc. de Escritores de la provincia de Buenos Aires (SEP Filial Chivilcoy), 2020-2023. Fundador de la Biblioteca Itinerante “Escritores de Chivilcoy” y del Ciclo “Atenea” en Chivilcoy, junto a Mauricio Cappiello. Ha participado en el ciclo “Palabra Poética”, coordinado por Inés Legarreta, y estuvo presente en el Festival Internacional de poesía, (MardelFip 2019). También en lecturas del registro audiovisual convocado por Sec. de Cultura de Chivilcoy por el 166° aniversario. Integra antologías nacionales e internacionales. Fue invitado a ciclos de CABA: “Extranjera a la intemperie”, “Castalia”, “El planeta de los Monos”, “Café con letras”, “Palabras al aire”, “Café de Las Pretextas”, “Umbral literario”, “Los sueños de Casandra” y “La Noche del sol”. Forma parte de “Mis poetas contemporáneos” (coord. Gustavo Tisocco).

