En una nueva jornada de “salvamento mundial”, Donald Trump se presentó ayer en la ONU para advertir que los países se están “yendo al infierno” por culpa de la inmigración y el cambio climático.
Con su teleprompter fallando, el mandatario proclamó haber terminado siete guerras en siete meses y se ofreció a rescatar al mundo… desde Nueva York.
El presidente elogió sus propias políticas mientras ignoraba que su propio país enfrenta incendios políticos y crisis sociales. Criticó a Europa, Hamas y hasta al cambio climático, asegurando que solo Estados Unidos puede enseñar cómo sobrevivir.
Entre autoelogios y consejos divinos, Trump recordó que la ONU “solo pronuncia palabras huecas”, dejando claro que él vino a salvar al planeta… o al menos a su ego.